Esta ermita se construida en 1725 en estilo barroco sobre las ruinas de otra iglesia gótica de la que sólo se mantenía el ábside. En 1755 se coloca en medio de la plaza una singular columna de piedra con el busto de San Saturio. Y en su interior se rinde culto a la Virgen del Mirón.
La imagen de la Virgen data del
siglo XIV, una talla un poco tosca donde destaca una manzana en la mano
derecha. La leyenda popular cuenta que
un labrador encontró que los bueyes se paraban repetidamente en un punto. Este
hecho se repitió varias veces sin que el hombre pudiera hacerles avanzar. En un
momento determinado escuchó una voz que decía repetidamente: "¡Mira,
Mirón!". Impresionado por el suceso, dio parte de lo sucedido a las
autoridades de la aldea que fueron allí y comprobaron el hecho milagroso de que
los bueyes no avanzaban. Mandaron excavar en ese punto y desenterraron la talla
de una virgen a la que denominaron Nuestra Señora del Mirón. Porque se da el
caso de que el labrador, al descubrirse la estatua, cayó al suelo repitiendo
una y otra vez: "¡Mira, Mirón!, ¡mira, Mirón!". De ahí que dichas
autoridades mandaran levantar la primitiva ermita.
Su emplazamiento es excepcional para iniciar una ruta que nos sumerja en la Soria histórica y literaria. El Paseo del Mirón junto a la ermita concluye en uno de los parajes privilegiados de la ciudad, el Mirador de los Cuatro Vientos que ofrece una de las mejores vistas del Río Duero. Por este paseo Machado acompañaba a su esposa Leonor cuando ya estaba muy enferma, pues allí era donde mejor aire puro se respiraba.
Con motivo de la celebración del
centenario de la llegada del poeta a la ciudad se colocó en el mirador un
monumento en honor a él y su esposa, con sus siluetas unidas.
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