CARTAS COFRADES 2023-XVIII: Domingo de Resurrección

 

Si la celebración pública de la Semana Santa ofrece una amplia variedad de manifestaciones a lo largo de la geografía española, el Domingo de Resurrección se lleva la palma. Peanas a la carrera, bailes de pasos, bajadas de ángeles, "quemas de judíos", las fiestas de Judas, encuentros gloriosos... un día completamente diferente al resto de la Semana Santa

No es para menos. La Pascua de Resurrección es la gran festividad del calendario católico. Es una fiesta de alegría y júbilo, y actos y procesiones están marcadas por el alborozo. Zaragoza demuestra su alegría  bailando jotas y a ellas recurren la Hermandad de Cristo Resucitado en el festejo del encuentro glorioso, convirtiendo la plaza del Pilar en una fiesta que con los ojos cerrados podría hasta equivocar el día le calendario. Juan Pablo II ya dijo al visitar esta ciudad. "Si, como dijo San Agustín quien reza y canta reza dos veces, quien reza, canta y baila, reza tres."

La Hermandad del Cristo Resucitado y Santa María de la Esperanza y del Consuelo es la protagonista del día. La única capaz de reservase en exclusiva un día; y al referirse a esta procesión, nada mejor que poner entre comillas el contenido de su web para explicar lo que se celebrar.  

"El aspecto de la Hermandad cambia en la calle queriendo expresar la gran fiesta que estamos celebrando: caras descubiertas, blancos claveles en las manos de los hermanos, mantillas blancas, campanas que suenan a gloria… Todo sirve para anunciar el mismo mensaje: “ Cristo ha resucitado” y cuando llega a la Plaza del Pilar alrededor del mediodía, mientras suenan jubilosas las campanas, sale entre nubes de incienso a la plaza, Cristo Resucitado, al son de la Marcha Real.

 En este momento, las emociones se disparan y el nudo en la garganta de los hermanos les impediría proclamar lo que están sintiendo. Afortunadamente, en Zaragoza hablan tambores, timbales, cornetas y bombos cuando por fin se encuentran Madre e Hijo frente a frente. Tras este emotivo momento, se escucha en la plaza el rezo del Ángelus Pascual: “¡Reina del Cielo alégrate!…”. A continuación, un orador, especialmente invitado, proclama todo el público congregado la gran noticia de la Resurrección del Señor, finalizando con la bendición impartida por uno de nuestros sacerdotes. Y otra vez la jota se hace oración, pero además, no solo cantada, si no de forma singularísima también se baila queriendo transmitir la alegría de todo el pueblo aragonés".