Hay días que rebuscas ideas para llenar de contenido una carta. Hoy si todo hubiera ido normal hubiera estado dándole vueltas a la prohibición por parte del Ayuntamiento de que los caballos abran las procesiones. Hay días que prefieres eso a que la novedad que te pueda escribir para que perdura en blanco sobre negro sea que hemos visto plásticos y bombos de medio lado, o que la mayoría de las procesiones han sido suspendidas. Da pena. Pero más dramática es la noticia de ver la Catedral de Notre Dame en llamas. Un patrimonio que transciende del cristianismo para ser de la humanidad entera e icono de París. Esperemos a mañana para ver la magnitud de la perdida.
Por eso, contar que los Nazarenos han suspendido sus procesiones, que las Negaciones en Miralbueno, Dolorosa en Miraflores o el Calvario en Santa Engracia, apenas iniciadas las suyas, han tenido que dar marcha atrás, o que las Siete Palabras han realizado su recorrido de emergencia, por mucho que nos duela, duele menos que ver Notre Dame pasto de un incendio (aunque en España haya personas que les encanta ver arder iglesias). Tan sólo la llegada ha realizado su viacrucis por Valdefierro y la Exaltación su recorrido completo desde Santa Gema hasta la Real Maestranza de Caballería (al final terminaremos hablando de los caballos).
Pdta. Don Carlos Parra, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores y uno de los más ilustres predicadores de nuestra Semana Santa en las últimas décadas, está empeñado en celebrar dentro de tres años los 25 de viacrucis de la Dolorosa por Miraflores. Lo va a tener dificil porque con el de hoy llevamos 32 viacrucis. Te adjunto foto del primero, celebrado en la mañana del Viernes Santo de 1988.
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