El Cañón de Añisclo es un espectáculo de la naturaleza. Y si te encuentras huellas del hombre como el puente y la ermita de San Urbez, el atractivo gana en intensidad. Un puente medieval suspendido 30 metros en un estrecho
sobre las aguas del río Bellós y la ermita del, santo y pastor que vivió en esta cueva
en el siglo VIII. Desde que acondicionaron la carretera desde Escalona con solo una dirección, accedes al puente con más tranquilidad. Del puente a la ermita, un camino digno de Rocadragón.
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