Vivimos rodeados de expertos nutricionistas y su dictadura saludable que te amarga toda comida. Sin ambages y sin complejos; nos encanta ir a McDonalds y estamos contentos de que se haya instalado uno en el antiguo cine Eliseos, tan cerca de casa. Al menos lo han conservado y queda un comedor de lo más elegante. ¿Que ojala siguiera siendo un cine o una sala de fiestas? pues si, ¿Que podría ser un centro cultural, sala de exposiciones o algo así?, pues también. ¿Que ha habido mucha gente dispuesta a poner su dinero para que siguiera siendo un cine, un restaurante veggano, una biblioteca o una sala de exposiciones?, pues no. No cuesta nada decir lo que tienen que ser las cosas con el dinero ajeno.
El caso es que las críticas han llovido por todos los lados por abrirse el paradigma de la comida basura y simbolo del imperialismo capitalista. Cuando la Antigua Joyería Aladrén la convirtieron en cafeteria no se levantó ninguna polemica. O cuando el cine Coliseo pasó a ser MANGO. Será porque poner cafes o vender ropa es más popular que comprar joyas. Como va tanta gente al cine... Y ni siquiera era el mejor cine de la ciudad (el Coliseo si era de los mejores)
Nuestra afición por McDonalds viene forzada por sus menus sin gluten. No es fácil para un niño celiaco encontrar un sitio libre de gluten, y los McDonalds en esto son exquisitos. Al menos los españoles, que los del extranjero dejan mucho que desear. Y pedirlo por la máquina de lo más comodo, cuando no solo tienes que elejir sin gluten sino también sin lechuga, sin pepinillo, sin cebolla, sin mostaza, sin mahonesa... algún día algún niño pedirá sin hamburguesa. Eso si, con ketchup. ¿Puedes ponerme ketchup?, "ya le he puesto", ¿puedes ponerme más?. Y te ponen más.
Y encima, como las hamburguesas son adictivas (nos creemos la leyenda urbana de que le ponen algo para serlo) pues ahí nos tienen una vez y otra. Tu ves "Pulp Fitcion", se te activa la dopamina y te entran unas ganas locas de ir a un McDonalds escuchando a Travoltascomo le llaman los franceses al "Cuarto de Libra" o al "Big Mac". Lo que Vincent-Travolta no pudo decirnos es como llaman al "Whopper" porque en Amsterdam o en París no fue a un Burguer King. Y esta pelicula no la vimos en el Eliseos, sino en el de al lado, en el Mola. Eso si que era un cine.
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