No pintaba bien este Martes Santo. Las previsiones climatológicas fueron mejorando y, al quedar una magnifica noche, las calles pudieron disfrutar del redoble de tambores, del sonido de bombos y timbales (con el Descendimiento y sobre todo la Piedad lo que no faltan son timbales). También de la música de banda con la Oración en el Huerto y la de "capilla"de los Ministriles de Zaragoza, cuya presencia, en su décimo aniversario como formación, se ha convertido en imprescindible acompañando algunas procesiones, como la de hoy de la Institución de la Sagrada Eucaristia.Y puestos a recordar efemérides, a esos 10 sumamos los 75 de la fundación de la Eucaristía o los 50 años de jotas en la procesión de las Lágrimas. Un repertorio musical de lo más variado. Y si hubieran salido los gaiteros al encuentro de la procesión de la Oración en el Huerto como hacen el Viernes de Dolores en su viacrucis, ni te cuento
De lo que se llenaron las calles fueron de oración y rezo, de siete procesiones entre estaciones de viacrucis, "lágrimas" y traslados. También de recogimiento en el Convento de Santa Ana con Cristo abrazado a la Cruz y del rezo conjunto con aquellas cofradías que salen al encuentro de otras. De Cristos directamente sobre los hombros de los cofrades, como desde hace años sacan el del Perdón en la Eucaristía y en este año novedad con el de la Crucifixión. De grandes peanas como la del Cristo de la Oración, siempre innnovador en su túnica (y este año no ha dejado indiferente a nadie) o históricas como la del Cristo del Refugio.
Pasados tres años sin procesiones hay que refrescar la memoria y tirar de archivos fotográficos para recordar si algunas cosas ocurren por primera vez. Ya pasó el domingo con el cristo que sustituyó a la Virgen de San Miguel en el paso de los niños del Nazareno. Lo mismo ocurre hoy con la presencia del paso del Cristo Despojado por primera vez en un Martes Santo. Y quien sabe si esta noche ha sido la últimas que la cofradía de Jesús abrazado a la Cruz y la Verónica presenta su paso tal y como lo conocemos pues está divulgando en los medios de comunicación el proyecto de uno nuevo.
Tambien es noche de presencia mariana, con la de las Lágrimas, la de la Confortación o la Virgen de los Ángeles, sin olvidarnos de la Virgen de la Piedad, saliendo a recibir al Cristo del Refugio a su llegada a la casa de todos, o de "casi todos, que no es lo mismo pero es igual". Pero volvamos a la Virgen de la Crucifixión, porque merece ser mencionada por el protagonismo cada vez mayor que está adquiriendo en todos los actos y procesiones que celebra la cofradía antes del Jueves Santo. Introduce esta cofradía tambien la plaza de Santa Cruz en su itinerario, recoleto lugar que, como ocurriera con Dormer, cada vez son más las procesiones que lo buscan.
Sin darnos cuenta casi se han realizado el cincuenta por ciento de las procesiones. Solo falta superar el Miércoles Santo para alcanzar el pleno y cumplir los deseos de todos.
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