Guéthary, pequeño pueblo costero,
situado entre Biarritz y Saint-Jean-de-Luz, tiene algo especial que mezcla la tradición vasca con la
tranquilidad del océano.
La costa de Guéthary es salvaje y
hermosa, con acantilados que se asoman al mar y playas donde los surfistas
buscan la ola perfecta. Aunque no surfees, es un espectáculo verlos en acción o
simplemente sentarse a contemplar el horizonte.
Sus casas robustas, llenas de
carácter, con vigas de madera pintadas de rojo, verde o azul, muchas con
balcones de madera adornados con flores, y otras inscripciones en euskera perfectamente conservadas e integradas en el
paisaje,
Y su pequeño y pintoresco puerto, con barcas de colores y vistas espectaculares al mar. Lleno de vida, encajado entre rocas y protegido por un espigón, lo que le da un aire muy acogedor y auténtico. Ver las barcas de pesca amarradas, los pescadores trabajando o simplemente sentarse en una terraza a contemplar las olas rompiendo en las rocas, te hace sentir la conexión del pueblo con el mar.
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