No paramos de celebrar acontecimientos. Entono mi mea
culpa. Creo que nunca he dedicado una carta a la Cofradía de Cristo Abrazado a
la Cruz y de la Verónica, y entre el año pasado y este, la festividad de su
veinticinco aniversario es un buen pretexto para que te cuente algo de ella. No
es fácil constituir una cofradía, por mucho que esté arraigada en una de las
parroquias con mayor pujanza y con mayor obra diocesana de la ciudad (en algún
momento esto hasta ha podido ser una rémola, por eso celebrar 25 años y
encontrarse firmemente consolidada entre las cofradías zaragozanas es motivo de
celebración y recordatorio.
Como todas, no lo ha tenido fácil, incluso alguna
cofradía entonces puso sus pegas para su nacimiento en cuanto a la advocación,
pues el momento que recordamos camino del Calvario y su encuentro con la
Verónica ya estaba ocupado en el discurrir del Santo Entierro. Pero bueno, como
pasa en todos los sitios… será por “Crucificados” y “Dolorosas” ….. Así, el
paso que realizó Daniel Clavero plasma la imagen de Cristo abrazado a la Cruz
camino del Calvario mientras la Verónica le contempla con el paño de la Santa
Faz entre sus manos (una pintura al óleo de José Luis Clavero). La Verónica ya
aparecía en el antiguo paso de Jesús Camino del Calvario, el que en su origen
cumple esta Cuaresma 200 años. En 1939 se realizó una copia del paño de la
Verónica colocándose en la Cruz Guía a la usanza andaluza, sirviendo de signo
externo identificativo y representativo de la Cofradía, durante los primeros
años. En 1941 este paño pasó al frontal de la nueva carroza de la Caída. Pero
dejemos a la cofradía del Calvario, de la que ya hablamos en la última carta y
centrémonos en la de la Verónica.
Utilizando el concepto de autoreproducción acuñado por
Vicente Gracia Forcén en su libro “La Forja de un Ideal”, la cofradía de la
parroquia del Carmen es un claro ejemplo de que, especialmente a partir de los
años 80, las cofradías zaragozanas se han reproducido a instancias del empuje
de cofrades de otras hermandades. Pero como todas, a lo largo de los años ha
ido adquiriendo una serie de características que les hace reconocibles. Desde
el primer año nos hemos quedado con esa bajada de escaleras de la Iglesia, al
son de una peculiar marcha de tambores, pero que lamentablemente viene obligada
por la imposibilidad de salvarlas con la salida del paso desde el interior del
tempo, teniéndose que incorporar desde la calle adyacente. Siempre recomendamos
el Acto de la VI Estación en el Vía Crucis del Martes Santo con las Hermanas de
la Caridad de Santa Ana, en el patio de su Casa General. Tenemos también las
jotas del Jueves Santo, o el acompañamiento de la Policía Nacional del centro de
formación de Ávila.
Manteniéndose a lo largo de los años con una cifra de
participación de hermanos en las procesiones estable, entre los 100 (el primer
año) y los 150, han sido capaces de mejorar y enriquecer paulatinamente su
cortejo procesional, renovando y mejorando toda serie de enseres, atributos y
por supuesto el paso.
Lo que fue una pena es que no se les permitiera seguir
realizando el viacrucis con la imagen con la que efectuó su primera procesión
el Martes Santo de 1993. Nada más y nada menos que con el Santísimo Cristo de
los Sitios, una de los crucificados con mayor veneración de la ciudad, que
además es atribuido a Damián Forment (el mismo que realizara el retablo del
Pilar en el XVI) y que, al igual que el Cristo de la Cama, se salvó, en este
caso de la destrucción del Convento del Carmen, durante los Sitios de Zaragoza.
De mantenerlo, hubiera sido un lujo para nuestra Semana Santa, como lo es,
desde 2015 la presencia de un Crucifijo
alzado proveniente de ese mismo Convento del Carmen, por lo cual su antigüedad
por lo menos es del XVIII.
Fue un acierto el acordado hace un par de años de
terminar el viacrucis parroquial del Martes Santo en San Cayetano. Facilita a
muchos zaragozanos acercarse a vosotros para acompañaros, aunque sea en el
último tramo. Y lo seguiremos haciendo, ojalá otros 25 años más por lo menos,
como deseaba vuestro Hermano Mayor en la Revista de la Junta Coordinadora.
Seguro que sí, pues lo mejor, como pasa con la mayoría de las cofradías, es que
pases cuando pases por la parroquia del Carmen siempre encuentras avisos de la
Verónica: misas de hermandad, y propuestas solidarias entorno a festivales
folclóricos, conciertos de música clásica……
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