Niembru nos regala una de las postales con más magia de toda
Asturias. Un lugar donde las mareas crean un espectáculo de cine.
Allí, asomándose a la ría custodiando la entrada y salida de
las aguas del mar Cantábrico tierra adentro, la iglesia de Nuestra
Señora de los Dolores y su cementerio crean un paisaje cargado de
encanto y espiritualidad.
A cualquier hora del día o de la noche, Niembru es un sitio
especial. Tanto cuando se vuelve bullicioso con bañistas, navegantes y
deportistas, como cuando se queda en silencio con los tonos del crepúsculo
desgranados en una inmensa paleta de colores donde destacan los azules,
violetas, rojos o blancos.
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