Es uno de los alicientes de esta ciudad, esos que comentamos en postales pasadas. El monte Urgull, custodio de la Parte Vieja de San Sebastián, pulmón de la ciudad y atalaya para contemplarla junto al mar por sus cuatro puntos cardinales. Lugar de paseo y de asueto para ver pasar el tiempo. Miradores escondidos entre los árboles donde paras camino de la cima donde te espera el Sagrado Corazón coronando el castillo de la Mota, baluarte defensivo de la ciudad desde el siglo XII.
Un buen lugar donde perderse.
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