Fuente: Facebook Real Zaragoza nunca se rinde
Sintiéndome como en la canción de Krahe, " y yo con (mi bufanda) como un gilipollas madre...." en lo que llevábamos de verano, me encuentro por la calle al que se sienta delante de mí en el Fondo Norte de la vieja Romareda. Cuesta reconocerlo por la mascarilla y al estar acostumbrado a verle de espaldas, cubierto con más capas que una cebolla y con un gorro de lana a juego con la bufanda a franjas azul y blanca, ambos elementos hechos a calceta.
Ese con el que durante tantos años hemos compartido abrazos, emociones, disgustos, cánticos, cabreos y goles. Ese al que no veía desde el 23 de febrero, día en el que nos despedimos hasta el partido del Alcorcón convencidos de que este año sí, que íbamos lanzados a primera división tras golear al Deportivo de la Coruña. Ese al que debería haber saludado y preguntado "que tal el verano, pues ya estamos otra vez aquí", posiblemente esta semana si el primer partido de liga hubiera sido en casa.
En estos días en que la familia zaragocista anda en estado depresivo, el que no se consuela es por que no quiere. Y así, el que se sienta delante de mí en la Romareda, me suelta que mejor así, que el ascenso hay que vivirlo en el campo, que para que queríamos subir a primera si no lo íbamos ni a ver ni a disfrutar. Que en menos de un mes Tebas quiere poner en marcha su negocio televisivo y que ahí se iba a presentar nuestro Real Zaragoza sin descanso ni pretemporada, con fichajes de aluvión y descartes de otros equipos y con entrenador nuevo. Que en diciembre ya estaríamos en segunda de nuevo. Y como el ascenso hay que vivirlo y disfrutarlo, y la primera hay que vivirla y sufrirla, que mejor así. Que esperamos un año más viéndolo en GOL o en #Vamos. Si es que no terminamos "confinaos" de nuevo
Y como su temática, cuando tiene que meterse con alguien antes era Osasuna y ahora es el Huesca, dice que si nos confinan, como ya echaron por Teledeporte todas las finales y éxitos conseguidos por el Real Zaragoza, ahora tocará que hagan redifusión de las finales jugadas por el Osasuna y el Huesca. Siempre tan oportuno, Bruno, y el tío va y se "descojona".
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