Tenemos que agradecer a Mamen que
nos recomendara visitar los muelles de Santa Catalina. Las guías lo nombran,
pero seguramente hubiéramos hecho caso omiso a las mismas. Nos hubiéramos perdido
un lugar con encanto, uno más de los que tiene Londres, pero con un sabor
distinto y especial y a tan solo unos pasos de La Torre
St Katharine, unos viejos muelles
del Támesis usados para la carga y descarga del transporte por el río.
Rehabilitados hace unas décadas se han convertido en zona residencial, de ocio
y recreo, y donde siguen amarrando embarcaciones y yates.
Entre sus pubs destaca el Dickens
Inn, que también nos recomendó Mamen. Un enorme caserón del XVIII, cuya fachada
y balcones aparecen totalmente floreadas.
Tu seguro que lo conoces, pero si lees esto y no has estado antes, imprescindible en próximas visitas. Y a un paso del Puente de la Torre desde donde te franqueo la próxima postcards
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