Durante la época árabe albergó
numerosos edificios de magnates que vivían en torno al Palacio Real, de los que
destaca por su importancia la Torre de las Damas, la edificación palaciega más
antigua de las conservadas en la Alhambra. Este palacio se alza sobre la muralla,
y está compuesto por una sala cuadrada, dentro de la Torre de las Damas, un
pórtico de cinco arcos ante un gran estanque y un pequeño mirador sobre el
edificio.
También nos encontramos con tres
pequeñas casitas árabes, de construcción posterior a la del palacio y la Torre
del Mihrab, que conserva en su interior un pequeño oratorio decorado en tiempos
de Yusuf I y lógicamente orientado a la Meca
A finales del s. XVIII tomó su
nombre actual, el Partal, por el pórtico que formaban sus cinco arcos, que se
reflejan en el estanque rectangular que hay entre ellos.
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