Es mucho más de lo que sacaron en el Programa Callejeros el viernes 8 de enero. Entre el Restaurante La Matilde y los cuadros de desestructura que mostraron en ese programa nos encontramos con vecinos de vida tranquila (algunos con pisos de los mejores que conozco de toda Zaragoza en plena calle San Pablo o de los de más solera en plena calle Las Armas), bares, comercios y negocios tradicionales, Asociaciones culturales (que decir de la tertulia cinematográfica en las de Bodegas Perdiguer), deportivas, musicales, proyectos solidarios de Cáritas, de Ozanam, grupos de toda indole........ hasta el párroco (hombre culto y de personalidad atractiva) tiene otra imagen que la que dió el Padre Zendoya (que es más friki que lo que se vió en el programa pero con una labor improba desde hace la tira de años en todo el barrio de San Pablo). Es lo que pasa en todos estos programas, seguro. Es fácil adquiri una imagen de lo que es Cadiz o Alicante, pero jode cuando se etiqueta equivocadamente a una realidad que conoces. Pasa como con el Programa Fulanos por el Mundo. Hay quien criticó que se estaba dando una imagen pcoco real de lo que supone salir fuera a ganarse el cocido, y que poco menos que somos tontos los que nos quedamos en España. La productora se justificó diciendo que no era un programa de emigrantes sino de emprendedores triunfadores. (pues vale). Deberemos pensar pues que Callejeros es un programa de morbo y de busqueda de lo distinto.
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