Tino es de Liérganes y siempre ha sentido fascinación por la leyenda del más famoso de sus paisanos, el Hombre Pez. Desde niño, pasa horas mirando el río que corre cerca de su casa, imaginando mundos ocultos bajo la superficie. .
Piensa como "la sirenita" pero al revés. El si
quiere nadar y bucear ; "que hay que pagar, para un día completo
estar". La idea de vivir bajo el agua, de respirar entre algas y
nadar con los peces, le atrae como un imán. Sueña con el silencio del fondo del
río, con la tranquilidad del mundo submarino.
Para Tino, la figura mítica del Hombre Pez representa la libertad, una vida sin ataduras, donde los problemas de la tierra se disipan.
Pero no quiere ser como él; prefiere ser Hombre Rana; y así disfrutar también de las cosas buenas que da la superficie; y así, cuando viene a la playa de Comillas, se acomoda en la piedra del Pajarito y se ríe de los que juegan a ser hombres rana con sus escafandras del Decathlon y sus tubitos de respirar, pues él aspira a algo más.
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