En una semana donde los bancos (y la Justicia) han sido diana de todos los dardos, este blog, y eso que nunca ha tenido problemas con ellos (ni con Ella), te reconcilia al menos con la palabra "banco".
Este banco, como los otros bancos que se encuentran en las calles más transitadas de pueblos y ciudades, también se localiza en una de las pistas forestales de más trasiego del Pirineo. Entre "Todos los Santos" y "la Inmaculada", y si no hay setas, el Pirineo se vacía y "la lluvia amarilla" adorna de melancolía un paisaje en espera de que el manto blanco lo vuelva a llenar de gente que trae dinero a los bancos, digo a los valles
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