Los restos que visitamos corresponden a una de las ciudades romanas más importantes que hubo en la Península Ibérica. Ahora es provincia de Burgos, entonces era Conventus Cluniensis. Estaba situada en la vía que iba de Tarraco a Asturica Augusta, pasando por nuestra Caesaraugusta.
Aquí Quinto Sertorio resistió veinte años a Pompeyo y también Sulpicio Galba se enteró de que fue nombrado emperador tras la muerte de Nerón. Con la crisis del imperio romano vino su decadencia.
De lo que fue dan fe los restos del teatro, que llegó a tener un aforo para 10.000 espectadores. Pocas instalaciones en Burgos tendrán actualmente tal capacidad.
Merece la pena la visita.
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