Mi abuelo Julio era zaragocista de Milagro. No, no pasó ningún misterio místico, a pesar de ser militar y caballero del Pilar, simplemente que era natural de Milagro, localidad navarra a orillas del río Aragón prácticamente equidistante entre Pamplona y Zaragoza.
A Zaragoza llega en 1947, después de recorrerse toda España; Valladolid, Sevilla, Azcoitia (donde nació mi madre), Toledo, Burgos...... primero como maestro de escuela y luego como militar. Aficionado al futbol no se perdía nunca un Real Zaragoza-Osasuna, las veces que los pamplonicas estaban en primera, que en vida de mi abuelo eran las menos, para que vamos a decir lo contrario. Mi recuerdo es verlo siempre con boina, como buen navarro (y muy español) que se sentía,de gran tamaño pero sin exagerar, no como la de Manolo el del Bombo
A día de hoy, como les pasa a muchos zaragozanos y a muchos iruñeses, le dolería el mal ambiente que se crea en torno a este partido por culpa de una minoría de tontos contemporáneos de ambos lados que mezclan la política, el mal gusto, las irreverencias, la mala educación y falta de respeto y la violencia. Un Real Zaragoza-Osasuna era una fiesta, y de hecho con este partido se inauguró el 8 de septiembre de 1957 el Campo Municipal de la Romareda, de la misma manera que el Sadar fue inaugurado con un Real Zaragoza-Vitoria de Setúbal el 2 de septiembre de 1967. Ojala algún día se recupere la cordura y desaparezcan las banderas políticas de los campos de futbol.
Mi abuelo siempre ganaba en estos partidos, pero en la matinal de hoy el Real Zaragoza ha cosechado su segunda derrota consecutiva y las dos en campo propio. Esta es dura, por la rivalidad regional, porque los navarros venían como sorprendentes líderes y ahora nos distancian 7 puntos del puesto que debía pertenecer a los de Popovic, y porque se sigue sin ofrecer nada. No sabemos a que jugamos. Y menos mal que Vallejo a vuelto a la defensa.
Osasuna solo nos ha ganado con orden táctico y una pizca de acierto, solo una, suficiente para que Nino metiera su gol. Hay jugadores que solo verlos en una alineación es para ponerse a temblar. Uno es Nino, rara vez no nos mete un gol, otro era Tamudo, o décadas atrás el "patas" madridista Roberto Martínez. Me temo que a la delantera zaragocista no la teme nadie. Cinco jornadas, 4 goles a favor 6 en contra. No son números de ascenso. Pero se subirá.
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