Monumento que a nadie deja indiferente. Uno de los más visitados de París y cuyo entorno agrupa a turistas y personajes de lo más variopinto. Merece la pena subir a la cúpula y seguir viendo París desde las alturas. Alguna de sus torres recuerda a las del Pilar, pero esto es algo que me pasa últimamente.
Su construcción fue decidida por la Asamblea Nacional en 1873 para conmemorar el fin de la guerra franco-prusiana y, casualidades de la historia, no se terminó hasta 1914, en puertas de una nueva guerra contra Alemania.
La primera piedra se colocó en 1875, y aunque se completó en 1914, no se consagró hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, en 1919. La iglesia fue construida con fondos procedentes exclusivamente de una suscripción popular.
Es uno de los monumentos más visitados de París
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