Merece la pena ser el primero en hacer la fila y esperar un
rato antes de que a las 10 horas abran la puerta a la torre de Notre Dame que
da acceso a la galería de las quimeras. Puedes hasta sentarse y leer lo que
descubrirás arriba, a 387 escalones de distancia, mientras esperas. Merece la
pena poder llegar el primero, estar a solas con los vigilantes de París a casi 50
metros sobre
la ciudad.
El mundo de Quasimodo, de Victor Hugo, entre algunas de las
estatuas más misteriosas del arte cristiano. Diablos sonrientes, harpías,
grifos, un pelicano, el elefante pigmeo, demonios burlones símbolos de París
que contemplamos a sus pies ….
Cincuenta y cuatro esculturas (gárgolas solo son las que
evacuan agua de los tejados… y las más conocidas, las que forman parte de la
simbología reconocible de París, no son gárgola) interrelacionadas entre si,
rodeadas de leyendas y misterios, que van desde una guía de la alquimia hasta
la leyenda de la piedra filosofal.
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