Queridos amigos foranos. Como el tiempo siga así va a ser una gran Semana de Pasión. Han tenido que pasar dos años para volver a disfrutar de una noche de Lunes Santo como la de ayer, y si no que se lo digan a la premiada por el Sanedrín, las Siete Palabras.
Tuvimos que hacernos huecos por las aceras para poder contemplar el paso de las cofradías, por las estrechas calles de la Parroquia de San Gil con las Siete Palabras o por Heroísmo con los Nazarenos. Luego ambas se coincidirían en el Paseo Independencia para rezar conjuntamente la X Estación de sus respectivos Viacrucis. Tarea fácil teniendo en cuenta que el párroco de San Miguel, sede de la Esclavitud, es el consiliario de las Siete Palabras, el amigo Fernando Arregui. Para quienes no lo sepáis la venerada imagen de Jesús Nazareno corresponde a la iconografía de Cristo de Medinaceli y para unos autores es una talla de finales del XVI y otros la sitúan en el XVIII. Y por eso, para quien quiera saber más tiene el recién presentado libro de la Asociación Redobles sobre los 250 años de historia de la Esclavitud de Jesús Nazareno.
Aunque si alargan un poco más la procesión, les vuelve a caer el diluvio universal. La procesión terminó a las 2h 30 minutos y un cuarto de hora después caían cortinas de agua arrastradas por una fuerte ventolera.
La Cofradía de la Acción Católica (las Siete Palabras) sólo se presenta con la peana del Crucificado que representa la Séptima Palabra, obra de Jesús Fernández Juan, siendo más reciente su creación y sin ningún tipo de dudas, de 2001.
Y mientras esto ocurría en la Plaza de España, la Cofradía de Jesús Camino del Calvario, que ya había pasado por ahí unas horas antes, se encontraba realizando la Predicación de las Tres Caídas en la fachada barroca de Santiago, donde fueron recibidos por la representación de la RAIP cofradía del Señor atado a la Columna. Y por un montón de fotógrafos queriendo plasmar el discurrir de la comitiva por el arco de San Ildefonso, especialmente el paso de la Caída, rememorando una foto histórica que muchos conservamos en la memoria. Y no resultó nada fácil conseguir una foto. Para ello había que pelearse con un municipal que no entiende nada de procesiones (preguntar por él a Cesar Catalán) y rezar para que los fotógrafos con acreditación se quiten de en medio.
Muy bonita la restauración del paso de la Caída.
Del Viacrucis de la Exaltación por el barrio de las Nieves tendréis que saber por otros. Uno ya no está como cuando era joven para ir de paquete en una vespa de un lado a otro.
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