Un conocido que estudió en los Escolapios de Jaca decía que lo mejor del colegio era entrar teniendo la Peña Oroel como telón de fondo. Unas veces oculta bajo la boira otoñal, envuelta en el manto blanco invernal, o despertando al verde primaveral. Siempre mostraba un aliciente mientras esperabas las vacaciones.
Desde sus poco más de 1.700 metros de altura, la Perla del Pirineo a tus pies y vistas a toda la cordillera, a las sierras del prepirineo, a la Canal de Berdún, hasta el Moncayo.
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