Subir al Cucuraza en esta época, mirador privilegiado a unos 1.800 metros colgado sobre Panticosa, supone sumergirte en el otoño del Valle de Tena. Dejas el coche en una pista que sale de Lanuza y dejando el pantano y la Foratata a tus espaldas vas ascendiendo entre hojas de todos los colores, pinos, abetos, algún que otro niscalo olvidado por los recolectores de setas y el balido de las ovejas. Cuando adquieres cierta altura a tu vista aparece Peña Telera y el pantano de Bubal. Una vez arriba, además de los hitos nombrados, entre nube y nube aparece Formigal, Sandinies, Tramacastilla, Piedrafíta, el Pueyo de Jaca y Panticosa.
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