Todos sabemos que, en siglos
pasados, cuando la mayoría de las personas no sabía leer, se puso el arte al
servicio de la evangelización. Cuantas veces nos han contado eso de que
nuestro Santo Entierro es una catequesis en imágenes. Y hay quien
opina que existe una relación histórica entre las procesiones de Semana Santa y
el antiguo teatro religioso. Un concepto negativo del teatro saca a este del templo
pero suscitó el problema de como representar a personajes como Jesucristo o la
Virgen María sin caer en la irreverencia. Así surgen los pasos de misterio y de
hecho la palabra “paso” también tiene la acepción de “pieza dramática breve”.
Estos pasos de misterio nos
siguen enseñando, nos siguen catequizando. Te confieso que, hasta estos días, no
sabía que la mujer de Poncio Pilato se llamaba Claudia Prócula, figura que a
partir de ahora estará presente en nuestra Semana Santa gracias al nuevo paso
de la cofradía del Señor atado a la Columna, presentado hoy en sociedad en una
iglesia de Santiago abarrotada de personal. Seguimos aprendiendo.
En los Evangelios Prócula solo es referida por San Mateo. Sin darle nombre, la esposa le dice a Pilatos “no te mezcles en el asunto de este justo,
porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho”. Este es
el momento que recoge el nuevo paso zaragozano en el que Cristo es condenado a
los azotes.
Como ocurre con otros personajes
de la Historia Sagrada, y especialmente con los concernientes a la Pasión, los
Evangelios Apócrifos son fuente de inspiración para el enriquecimiento
escénico de todo misterio. Ante nuestra ignorancia nos hemos puesto a buscar
más cosas (por google, para que negarlo) de Claudia Prócula que nos acerquen a
entender aún más si cabe el nuevo paso de la admirada cofradía de la Columna, de
la que siempre se aprende.
Para empezar, parece ser que es
una figura típica de la imaginería española de Semana Santa (en Sevilla tiene
hasta marcha procesional), y su nombre se cita en el más famoso de los
apócrifos de la Pasión, el de Nicodemo, también conocido como las Actas de
Pilatos. También en el de la supuesta correspondencia entre Pilatos y Herodes
Antipas, los dos protagonistas del juicio de Jesús según San Lucas, donde no
sólo incluye su nombre, sino también su pertenencia a la primera comunidad
cristiana. Por eso la Iglesia greco-ortodoxa la declaró santa, por su mensaje
de solidaridad con el dolor que siempre sana y con la esperanza de que todo es
pasajero. Ahora me viene a la memoria el papel que desempeña en la Pasión de Cristo
de Mel Gibson. pero tampoco te pierdas su aparición en "Rey de Reyes (Cecil B. DeMille. 1927). Incluso tiene una novela, "La mujer de Poncio Pilato", de una tal
Antoinette May (2009). Las breves líneas de San Mateo y las apariciones en los
apócrifos dan para emparentarla con el emperador Tiberio, agraciarla con el don
de la clarividencia, hacerla devota de Isis y amiga de María Magdalena y de
Longinos.
Claudia Prócula no es el primer
personaje al que ponemos nombre gracias a los evangelios apócrifos. En los
pasos zaragozanos encontramos a la Verónica, pero es el paso de la Crucifixión
el que se lleva el pleno con los dos ladrones y el centurión romano. Gracias de
nuevo a Nicodemo sabemos que el buen ladrón se llamaba Dimas, el malo Gestas y
el romano Longinos, de quien también dicen que es el joven que aparece encaramado
a la cruz colaborando en el descendimiento del mismo nombre.
Los demás personajes, la Virgen, María
Magdalena, los apóstoles, Anás, Caifás, Malco y su oreja, el Cirineo, José de
Arimatea y Nicodemo, y ahora Prócula y un recuperado Pilatos (que dejó de
aparecer en su balcón en 1967) son nombrados en las Santas Escrituras. Los
demás, figurantes necesarios para recrear la escenografía (sayones, legionarios
o pueblo hebreo), o simbólicos como “las edades del hombre en el paso de la “Exaltación”.
Y ya puestos, a contar cosas, contemos. Después de Cristo y la Virgen, San Juan
aparece hasta seis veces en nuestros pasos, y San Pedro cinco.
Pero volvamos a la presentación del paso esta tarde en
Santiago, que ha levantado gran expectación, como no podía ser de otro modo, en
la familia cofrade zaragozana, especialmente con su aparición en la segunda
capilla de la derecha donde permanecía oculto tras un enorme cortinaje (intenté colarme en una boda por la mañana, pero estaba celosamente vigilado, y uno ya ha perdido la picardía de antaño). El acto
fue presidido por el Cardenal don Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y
contó también con la presencia del escultor Manuel Martín Nieto, a quien le
gustó reconocer la importancia concedida a Prócula porque
dulcifica la escena y representa la conversión al cristianismo. Junto a las
imágenes, decir que el resto del paso, compuesta de cuatro figuras, y demás elementos que lo configuran (greca, candelabros…) otorgan al conjunto
un resultado espectacular. Y lo más importante, la Columna nos ofrece, como contó el amigo Cester, un
discurso narrativo único en España en una misma procesión, el antes, durante
y después del momento de la flagelación de Cristo. Gran detalle el regalo que nos llevamos los asistentes de las virutas
procedentes de la talla de Cristo, aunque tampoco estuvo mal el libro de 1999
de cuando el estreno del paso de la Flagelación del murciano José Antonio
Hernández.
No es la primera obra que tenemos
en Zaragoza, de Martín Nieto, suyo es también Nuestro Padre Jesús de la
Oración (2003). Como reza en su web personal, es uno de los
máximos responsables del intenso brote naturalista que caracteriza la evolución
y la brillante transformación de la escultura neobarroca andaluza en las dos
primeras décadas del siglo XXI, donde el naturalismo es tan intenso que las
referencias iconográficas, que lo mantienen en sintonía con la tradición y los
valores establecidos como clásicos entre las cofradías, se transforman
adquiriendo una nueva condición, mucho más humana y veraz, lo que determina una
cercanía inmediata.
El caso es que el arte y las presentaciones no acabaron en Santiago este fin de semana. La Humildad también presentó en la iglesia del Convento de las Mónicas, como ya anunció el pasado miércoles en las jornadas culturales de la coordinadora, las reformas de sus
pasos, con el barnizado de la “canastilla”
del de misterio, el dorado de los faroles y la policromía de los
evangelistas de las esquinas entre otras piezas. Y en “el palio”, ampliando su
anchura y cambiando su techo por la transparencia de una malla dorada.
Y no podemos dejar de mencionar que el domingo, en la Iglesia de San Valero, tuvo lugar la bendición de las imágenes con las que se completa el paso de misterio de la Asociación de Fieles pro-hermandad y cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor y Buen Fin de María Santísima de la Esperanza Trinitaria. José de Arimatea con una escalera, un romano a caballo que se unen a las imágenes que ya existían del Crucificado, Nicodemo, María y la Magdalena, para escenificar, posiblemente el conjunto más monumental de los que podrían procesionar por nuestra ciudad. Una obra de arte además, pues procede de la gubia de José Antonio Navarro Arteaga, al que ya conocemos por el conmovedor y sensacional paso de la Eucaristía. En dos años Navarro Arteaga se ha convertido en el imaginero más prolífico en cuanto a esculturas de procesión de nuestra ciudad (también lo es de Sevilla y Martín Nieto pasó por su taller). Una pena que no podamos ver tal monumental escena por las calles y entre los pasos de la procesión que más nos gusta.
Y no podemos dejar de mencionar que el domingo, en la Iglesia de San Valero, tuvo lugar la bendición de las imágenes con las que se completa el paso de misterio de la Asociación de Fieles pro-hermandad y cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor y Buen Fin de María Santísima de la Esperanza Trinitaria. José de Arimatea con una escalera, un romano a caballo que se unen a las imágenes que ya existían del Crucificado, Nicodemo, María y la Magdalena, para escenificar, posiblemente el conjunto más monumental de los que podrían procesionar por nuestra ciudad. Una obra de arte además, pues procede de la gubia de José Antonio Navarro Arteaga, al que ya conocemos por el conmovedor y sensacional paso de la Eucaristía. En dos años Navarro Arteaga se ha convertido en el imaginero más prolífico en cuanto a esculturas de procesión de nuestra ciudad (también lo es de Sevilla y Martín Nieto pasó por su taller). Una pena que no podamos ver tal monumental escena por las calles y entre los pasos de la procesión que más nos gusta.
Acuérdate además de que hace unas
semanas la cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro y
de San Lamberto mostró una nueva imagen para continuar completando su paso.
Junto a la imagen de Jesús de la Soledad realizada en el año 2017 por el
artista onubense David Valenciano Larios podremos contemplar este año la de San
Pedro junto al gallo.
No se como lo hacemos; pero
seguimos creciendo.
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