sábado, 30 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-X: Claudia Prócula



Todos sabemos que, en siglos pasados, cuando la mayoría de las personas no sabía leer, se puso el arte al servicio de la evangelización. Cuantas veces nos han contado eso de que nuestro Santo Entierro es una catequesis en imágenes. Y hay quien opina que existe una relación histórica entre las procesiones de Semana Santa y el antiguo teatro religioso. Un concepto negativo del teatro saca a este del templo pero suscitó el problema de como representar a personajes como Jesucristo o la Virgen María sin caer en la irreverencia. Así surgen los pasos de misterio y de hecho la palabra “paso” también tiene la acepción de “pieza dramática breve”.

Estos pasos de misterio nos siguen enseñando, nos siguen catequizando. Te confieso que, hasta estos días, no sabía que la mujer de Poncio Pilato se llamaba Claudia Prócula, figura que a partir de ahora estará presente en nuestra Semana Santa gracias al nuevo paso de la cofradía del Señor atado a la Columna, presentado hoy en sociedad en una iglesia de Santiago abarrotada de personal. Seguimos aprendiendo.

En los Evangelios  Prócula solo es referida por San Mateo. Sin darle nombre, la esposa le dice a Pilatos “no te mezcles en el asunto de este justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho”. Este es el momento que recoge el nuevo paso zaragozano en el que Cristo es condenado a los azotes.

Como ocurre con otros personajes de la Historia Sagrada, y especialmente con los concernientes a la Pasión, los Evangelios Apócrifos son fuente de inspiración para el enriquecimiento escénico de todo misterio. Ante nuestra ignorancia nos hemos puesto a buscar más cosas (por google, para que negarlo) de Claudia Prócula que nos acerquen a entender aún más si cabe el nuevo paso de la admirada cofradía de la Columna, de la que siempre se aprende.

Para empezar, parece ser que es una figura típica de la imaginería española de Semana Santa (en Sevilla tiene hasta marcha procesional), y su nombre se cita en el más famoso de los apócrifos de la Pasión, el de Nicodemo, también conocido como las Actas de Pilatos. También en el de la supuesta correspondencia entre Pilatos y Herodes Antipas, los dos protagonistas del juicio de Jesús según San Lucas, donde no sólo incluye su nombre, sino también su pertenencia a la primera comunidad cristiana. Por eso la Iglesia greco-ortodoxa la declaró santa, por su mensaje de solidaridad con el dolor que siempre sana y con la esperanza de que todo es pasajero. Ahora me viene a la memoria el papel que desempeña en la Pasión de Cristo de Mel Gibson. pero tampoco te pierdas su aparición en "Rey de Reyes (Cecil B. DeMille. 1927). Incluso tiene una novela, "La mujer de Poncio Pilato", de una tal Antoinette May (2009). Las breves líneas de San Mateo y las apariciones en los apócrifos dan para emparentarla con el emperador Tiberio, agraciarla con el don de la clarividencia, hacerla devota de Isis y amiga de María Magdalena y de Longinos.

Claudia Prócula no es el primer personaje al que ponemos nombre gracias a los evangelios apócrifos. En los pasos zaragozanos encontramos a la Verónica, pero es el paso de la Crucifixión el que se lleva el pleno con los dos ladrones y el centurión romano. Gracias de nuevo a Nicodemo sabemos que el buen ladrón se llamaba Dimas, el malo Gestas y el romano Longinos,  de quien también dicen que es el joven que aparece encaramado a la cruz colaborando en el descendimiento del mismo nombre.

Los demás personajes, la Virgen, María Magdalena, los apóstoles, Anás, Caifás, Malco y su oreja, el Cirineo, José de Arimatea y Nicodemo, y ahora Prócula y un recuperado Pilatos (que dejó de aparecer en su balcón en 1967) son nombrados en las Santas Escrituras. Los demás, figurantes necesarios para recrear la escenografía (sayones, legionarios o pueblo hebreo), o simbólicos como “las edades del hombre en el paso de la “Exaltación”. Y ya puestos, a contar cosas, contemos. Después de Cristo y la Virgen, San Juan aparece hasta seis veces en nuestros pasos, y San Pedro cinco.

Pero volvamos a la presentación del paso esta tarde en Santiago, que ha levantado gran expectación, como no podía ser de otro modo, en la familia cofrade zaragozana, especialmente con su aparición en la segunda capilla de la derecha donde permanecía oculto tras un enorme cortinaje (intenté colarme en una boda por la mañana, pero estaba celosamente vigilado, y uno ya ha perdido la picardía de antaño). El acto fue presidido por el Cardenal don Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y contó también con la presencia del escultor Manuel Martín Nieto, a quien le gustó reconocer la importancia concedida a Prócula porque dulcifica la escena y representa la conversión al cristianismo. Junto a las imágenes, decir que el resto del paso, compuesta de cuatro figuras, y demás elementos que lo configuran (greca, candelabros…) otorgan al conjunto un resultado espectacular. Y lo más importante, la Columna nos ofrece, como contó el amigo Cester, un discurso narrativo único en España en una misma procesión, el antes, durante y después del momento de la flagelación de Cristo. Gran detalle el regalo que nos llevamos los asistentes de las virutas procedentes de la talla de Cristo, aunque tampoco estuvo mal el libro de 1999 de cuando el estreno del paso de la Flagelación del murciano José Antonio Hernández.

No es la primera obra que tenemos en Zaragoza, de Martín Nieto, suyo es también Nuestro Padre Jesús de la Oración (2003). Como reza en su web personal, es uno de los máximos responsables del intenso brote naturalista que caracteriza la evolución y la brillante transformación de la escultura neobarroca andaluza en las dos primeras décadas del siglo XXI, donde el naturalismo es tan intenso que las referencias iconográficas, que lo mantienen en sintonía con la tradición y los valores establecidos como clásicos entre las cofradías, se transforman adquiriendo una nueva condición, mucho más humana y veraz, lo que determina una cercanía inmediata.

El caso es que el arte y las presentaciones no acabaron en Santiago este fin de semana. La Humildad también presentó en la iglesia del Convento de las Mónicas, como ya anunció el pasado miércoles en las jornadas culturales de la coordinadora, las reformas de sus pasos, con el barnizado de la “canastilla” del de misterio, el dorado de los faroles y la policromía de los evangelistas de las esquinas entre otras piezas. Y en “el palio”, ampliando su anchura y cambiando su techo por la transparencia de una malla dorada.

Y no podemos dejar de mencionar que el domingo, en la Iglesia de San Valero, tuvo lugar la bendición de las imágenes con las que se completa el paso de misterio de la Asociación de Fieles pro-hermandad y cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor y Buen Fin de María Santísima de la Esperanza Trinitaria. José de Arimatea con una escalera, un romano a caballo que se unen a las imágenes que ya existían del Crucificado, Nicodemo, María y la Magdalena, para escenificar, posiblemente el conjunto más monumental de los que podrían procesionar por nuestra ciudad. Una obra de arte además, pues procede de la gubia de José Antonio Navarro Arteaga, al que ya conocemos por el conmovedor y sensacional paso de la Eucaristía. En dos años Navarro Arteaga se ha convertido en el imaginero más prolífico en cuanto a esculturas de procesión de nuestra ciudad (también lo es de Sevilla y Martín Nieto pasó por su taller). Una pena que no podamos ver tal monumental escena por las calles y entre los pasos de la procesión que más nos gusta.

Acuérdate además de que hace unas semanas la cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro y de San Lamberto mostró una nueva imagen para continuar completando su paso. Junto a la imagen de Jesús de la Soledad realizada en el año 2017 por el artista onubense David Valenciano Larios podremos contemplar este año la de San Pedro junto al gallo.

No se como lo hacemos; pero seguimos creciendo.






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