¿Merece la pena comentar algo de este partido?. Lamentablemente si. Y no solo que se pierdan opciones en la esperanza del ascenso, pues mientras hay vida hay esperanza. Lo que está claro es que Popovic no debería "comerse los turrones", frase hecha y entrecomillada (como suele ser habitual en este blog), pero que viene, a las puertas de la Navidad, como anillo al dedo. Y su destitución llegará como un regalo.
Alguna vez hemos comentado que a lo mejor no nos gusta el futbol, que solo somos del Real Zaragoza. Y es que del futbol actual hay muchas, demasiadas cosas que no me gustan. Equipos dopados por inversiones que rompen la igualdad deportiva, centro de atención de las noticias que parece que la Liga solo la juegan dos equipos y el resto solo son necesarios para completar un calendario, balones que parecen de playa, botas multicolores que rompen la estética, segundas equipaciones que ocasionan dificultades para identificar el equipo que juega, los pelos de los futbolistas, más acordes con programas de búsqueda de pareja que con un atleta, las redes sociales que parecen ser el fin para el que salgo al campo....... Y por último, la manera de celebrar los goles.
Isaac Carcelén marca en este partido su primer gol como zaragocista. Desconozco si ha metido muchos más goles en su hasta ahora corta carrera en el profesionalismo (no voy a perder el tiempo en mirar por google). Marca un gol intrascendente en el minuto 85 que ni siquiera supone maquillar un resultado que queda en 3-1. Y el tío, en vez de agachar la cabeza, o limitarse a recibir las felicitaciones de sus compañeros, ¡¡¡¡ se pone a hacer el chinoooo!!!!!. Pero que tendrán en la cabeza estos futbolistas. Desde luego vergüenza y amor por el club que les paga no. Los goles se dedican a la afición, y con esta se celebra junto a tus compañeros. Ya vale de besarse el anillo, señalarse el número, chuparse el dedo, hacer la cucaracha, el perrito meón, balancear el bebe, hacerse el embarazdo, hacer numeritos con los dedos, taparse la cara con la camiseta, quitársela para exhibir tatuajes..... y así hasta una lista interminable de sandeces......... para no ganar nada además.
Poner los ojos de chino por meter un gol intrascendente en el Municipal de Tarragona........ A estos se les podían poner como celebraba los goles Arrua, Diarte, Marcelino, Pardeza...... O Quini, o Rincón, o Bakero, Satrustegui, Butragueño....... En la semana en que cumplimos 32 años del 12 a 1 a Malta, tenemos todo un conjunto y ejemplos de como se celebran los goles y como va in crescendo la intensidad de los mismos según van acercándose al objetivo a conseguir. Igual que el que metió Ronaldo en la Copa de Europa que le ganan al Atlético de Madrid, ese cuarto de penalti que no servía para nada, excepto para que le grabasen de cara al documental que se estaba rodando sobre su vida.
El ego de los futbolistas es lo peor que tiene este deporte.
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