miércoles, 27 de marzo de 2024

CARTAS COFRADES 2024-XV: Miércoles Santo

 

Si el Lunes Santo decíamos que, si hay que suspender mejor que sea como en días como aquel, llegados a este Miércoles Santo, si tiene que llover, que también sea como en esta noche. La lluvia apareció con moderación con todas las procesiones en la calle. Había riesgo, pero ninguna suspendió; y tan solo hubo que acelerar o acortar actos y recorridos para evitar males mayores. Y esto nos dejó momentos y estampas de esas que se recordarán: “Calvario” y “Dolorosa” mezcladas y unidas en una misma comitiva en su retorno a San Cayetano.

Prisas, cambios de recorrido y también plásticos para proteger a las imágenes. Los hay de todo tipo y maneras. Modo tienda de campaña bajo la cual procesionó desde el Arrabal el Ecce Homo, “chubasquero a medida” como el de Jesús con la cruz a cuestas, o simplemente un plástico que cubra como el de la peana de “la Primera Caída”.

Si con ninguna imagen se deben de correr riesgos, con el Ecce Homo menos. Una talla del gótico tardío y que no pertenece a la cofradía. Cualquier percance podría suponer su desaparición de la Semana Santa zaragozana y una gran perdida. De ahí lo de la campana impermeable que lleve, como también las veríamos mañana si lloviera en los pasos de la Coronación de Espinas.

Pero volvamos a las cofradías del Encuentro. A la plaza del Pilar se llegó con la parsimonia que les caracteriza, a pesar de que ya chispeaba desde pasadas las 23 horas. Los prolegómenos del Encuentro siguieron con su ritmo habitual de abrazos, toques de instrumentos, intercambios de flores, redobles diversos y Coral de Santa Engracia. Sara Fernández, concejala del Ayuntamiento, ejercía de oradora y fue la que imprimió cierta celeridad a su discurso al arreciar la lluvia, mientras el Calvario disponía cubrir sus pasos. El paso titular dispone de una plataforma libre de ornamento en la que el cofrade encargado puede trabajar con cierta libertad de movimientos y donde el madero de la cruz ayuda a colocar ese plástico a medida. Para el de “la Primera Caída” disponen de unas pértigas con las que poder colocar el plástico sobre un paso de volúmenes prácticamente horizontales. Una solución sencilla que el viento presente en la plaza complicó en demasía.

Mientras la Dolorosa, en la Semana Santa en la que cumplía 75 años, quedaba sin protección. En otras épocas hemos visto diversas soluciones que se han ido descartando, y la colocación de una impermeable in situ resulta harto complicado por la altura, la corona, que o termina rasgando el plástico o se terminan doblando las ráfagas y la imposibilidad que ofrece la carroza para subirse a ella. Situación parecida vive la Humillación con la Virgen de la Amargura; y también sin plásticos concluyen sus procesiones “las Negaciones”, la Humildad o la Llegada en el barrio Oliver. El traslado del Cristo de la Expiración desde el Pilar, y el acto del enclavamiento en San Cayetano, discurrió con normalidad para las Siete Palabras con el acompañamiento musical de Los Ministriles de Zaragoza.

Se dio por concluido el encuentro y las dos cofradías deciden retornar a San Cayetano por el camino más corto. Sale primero la cabecera del Calvario y la peana de la Caída para ponerle las ruedas tras acceder a la calle Alfonso. Seguidamente se incorpora la cabecera de la Dolorosa y el paso de la Virgen. El público en las aceras siente vivir un momento especial y el recorrido se realiza y concluye entre aplausos.

Desde 2010, con pandemia de por medio, siete Miércoles Santo se han visto suspendidos o alterados. Y los de 2015 y 2016 son de los que se recuerdan por las bajas temperaturas.

Pero como declaramos al inicio de la carta, si tiene que llover, no nos importa que sea como hoy. Los momentos vividos ya no nos lo quitan y todo lo que se tuvo que improvisar o solucionar se hizo de manera diligente, eficaz y con decoro.

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