Fragmento del boceto original de Víctor Carazo para el paso de la Santa Faz |
Seguimos con interés el proceso creativo y la realización del nuevo paso de la Santa Faz. Tal vez por ser la primera ocasión que asistimos a tal proceso, a la par de que nos lo están contando, año tras año, por etapas, desde el origen de los bocetos a las incorporaciones de las diferentes imágenes al conjunto escultórico.
En la segunda sesión de las Jornadas Culturales de la Junta Coordinadora, representantes de la cofradía de "la Verónica", junto al imaginero Víctor Carazo, nos presentaban la incorporación para este 2024 de una de las "mujeres de Jerusalén" con una niña en brazos. Cuando el paso esté concluido, Carazo afirma que va a ser el paso con mayor presencia femenina de nuestra Semana Santa. Por eso decidieron que fueron una niña. Y así, si el paso de la Exaltación presenta las "Edades del Hombre", aquí tendremos las edades de la mujer, desde la infancia a la vejez, con la edad juvenil y la adulta entre medio.
Con cuatro figuras se convertirá en el más femenino, frente al paso de la Santa Cena donde encontramos a Jesús y a los doce apóstoles.
Si contamos las figuras que aparecen actualmente en los pasos zaragozanos más representativos y habituales de las procesiones, aquellas alcanzan el número de ciento treinta y ocho, de las cuales sólo treinta y dos son mujeres. Normal; reflejo de lo que acontece los evangelios. Tampoco es cuestión de reescribirlos o adaptarlos al pensamiento actual que revisa películas, novelas, nos dice como tenemos que hablar y escribir e incluso abogan por cabalgatas de reinas magas.
De estas treinta y dos esculturas femeninas, trece son pasos de la Virgen, que además aparece en otros seis pasos de misterio. María Magdalena aparece en cuatro (contamos con el espectacular paso de la Asociación Trinitaria), la Verónica en dos pasos, María la de Cleofás en uno; como Claudia Prócula o la acusadora de las "Negaciones". La lista concluye con dos hebreas en el paso de "la Entrada" y las dos nuevas incorporaciones, en espera de una tercera, en la mencionada carroza de la Santa Faz.
Estuvo interesante la disertación de Víctor Carazo. La aparición de personajes secundarios, en su caso de las mujeres de Jerusalén citadas en los Evangelios, permiten, no sólo ampliar la presencia femenina, sino también concederse la licencia de dotarles de unos sentimientos y unas emociones más humanas, en sus gestos, en sus rostros. Las esculturas religiosas de Semana Santa, bien irradian santidad, bien muestran el dolor (desde la Virgen a Malco) o muestran violencia, crueldad o afán de ridiculizar (claro ejemplo los soldados del paso de la Coronación).
Sin embargo la mujer adulta que conoceremos este Jueves Santo nos muestra miedo ante lo que ve, apartando a su hija de la escena y buscando la complicidad de quienes las observamos. Junto a ella, Verónica muestra valentía, Claudia Prócula nos transmite tristeza, como alegría es el sentimiento de las mujeres de "la Entrada de Jesús en Jerusalén". O el sentimiento de devoción y actitud de servicio que contemplamos en las diferentes María Magdalena que seguimos. Incluso Samira "la acusadora" del paso de "las Negaciones" muestra orgullo y coherencia (no acusa en falso).
Con estas mujeres descendemos a unas emociones humanas carentes del "olor a santidad" o de la crueldad de la mayor parte de los protagonistas masculinos, donde el centurión de la Flagelación es una excepción con sus dudas.
Por mucho que la sociedad haya cambiado, los Evangelios no podemos adaptarlos, como algunos/as estarían deseosos/as de mandar. Pero nuestras cofradías si que han cambiado. La mayoría ha celebrado o celebra los 50 años de la incorporación de las mujeres a las desfiles profesionales en igualdad de condiciones que los varones. Tanto hemos cambiado que, en la mayoría de las cofradías, el personal femenino es superior en número al masculino, lo que nos lleva a pensar que qué sería de las cofradías si no si se hubieran abierto a ese cambio.
Sin embargo, lo que es tangible en listas, lo que veremos este fin de semana en muchas de las cuadrillas infantiles, de exaltación o de concurso, donde aparecerán más chicas que chicos, no se traduce en mayor presencia en cargos directivos, que las hay, o de responsabilidad, que también las hay. No se traduce en ponentes de conferencias o participantes de mesas redondas, en autoría de libros o artículos de opinión, en entrevistas en medios de comunicación...
Cuando se habla del por qué no hay investigadoras, científicas, ingenieras o matemáticas a pesar de que el número de universitarias, así como en el rendimiento académico, es mayor que la universitarios, siempre se encuentra la explicación de la falta de referentes que puedan encontrar las chicas para elegir ciertos oficios. La Semana Santa, aquí y en cualquier localidad, sigue estando masculinizada en ciertos repartos de roles. Referentes ya las hay para cambiar, en muchas cofradías es evidente; y las próximas generaciones van a ser de ellas seguro.
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