CRÓNICAS VENECIANAS: Dorsoduro

 

De Dorsoduro siempre dicen que es uno de los barrios más auténticos y animados de Venecia. Si te digo la verdad, lo recorrimos en busca de la alcantarilla por la que apareció Indiana Jones en busca de su padre. Tal alcantarilla no existe, como tampoco la biblioteca que es la iglesia de San Barnaba en el “Campo” del mismo nombre. Pero volvamos a Dorsoduro.

Su nombre proviene del italiano y significa cresta dura, ya que es una de las zonas de tierra más altas y estables de Venecia. El recorrido de la búsqueda de la inexistente alcantarilla lo iniciamos en la Punta della Dogana y en Santa María della Salute, y así pasamos por dos de las más importantes galerías de arte de Venecia, la de la Academia y la Colección Peggy Guggenheim, además de subir al puente de madera o puente de la Academia, desde donde la vista del final del Gran Canal es espectacular. La propia realidad nos devuelve un lienzo de Tintoretto. 

Las calles son de lo más pintorescas y animadas, y la famosa plaza popularizada por Indiana Jones, y también por Katharine Hepburn y sus “locuras de verano”, es un ejemplo más. Ahí sigue, junto al ponte dei Pugni, la misma barca vendiendo frutas y verduras varias décadas después.

Tras cruzar este puente, por primera vez en días solo recorremos calles sin agua, ni canales ni puentes hasta llegar al Campo Santa Margherita, una plaza de lo más animada. Tanto que hay niños en bicicleta o jugando al balón. No hay riesgo alguno de caerse la pelota al agua. Sorprende tanta normalidad.