miércoles, 13 de noviembre de 2024

VIAJES POR ESPAÑA: La estatua de Pizarro








Pizarro es célebre por haber liderado la Conquista del Perú en el siglo XVI y haber fundado la ciudad de Lima el 18 de enero de 1535 estableciendo lo que sería el Virreinato del Perú. El escultor norteamericano Charles Cary Rumsey  un enamorado de las hazañas de Francisco Pizarro, realizó tres estatuas ecuestre del conquistador del Perú, regalando una a la ciudad de Trujillo, España (lugar de nacimiento de Pizarro), otra a Lima, lugar donde falleció y se encuentra enterrado, y la tercera a la ciudad de Búfalo (Estados Unidos).

Representan al conquistador Francisco Pizarro montado sobre un caballo y ataviado para la lucha con armadura y espada.

La estatua ecuestre de Francisco Pizarro emplazada en Trujillo, fundida en París,fue exhibida en la Sala de la Cúpula del Grand Palais de París en 1927 y más tarde trasladada a la ciudad natal del conquistador. Fue presentada el 2 de junio de 1929 en el atrio de la Iglesia de San Martín en la Plaza Mayor, en un acto en el que estuvieron presentes el entonces dictador y presidente del gobierno, el general Miguel Primo de Rivera y el príncipe Alfonso de Orleans, así como el por aquellos entonces embajador de Estados Unidos en España y del ministro plenipotenciario peruano. El espacio de su colocación fue elegido por la viuda del escultor, quien viajó años antes, en abril de 1925, a España con este propósito.

En verdad, es una estatua de gran porte, que embellece la plaza Mayor de Trujillo y esta a su vez le otorga un escenario único y singular. Sea Pizarro o el mismísimo Jaime Lannister, pues los entendidos, que siempre tienen que desmontar aquello que gusta te dicen que en la historia de la armadura española no existen evidencias de un casco emplumado como el que porta el jinete, que los caballos que se emplearon en la conquista traídos desde España eran muy veloces y de pequeño tamaño, al contrario que el que está montando el jinete de la escultura; y que la espada de los conquistadores era muy ligera, hecha de acero toledano y con un guardamanos distinto al que se aprecia en la escultura.

A caballo regalado; nunca mejor dicho…


 

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