Durante
la retransmisión televisiva del “Pregón”, preguntaron a los comentaristas invitados
por qué esta Semana Santa va a ser especial. Difícil encontrar respuesta a una
pregunta tan general, difícil hacer una enmienda a la totalidad cuando abrimos
una Semana Santa que esperamos con normalidad. Es más fácil encontrar “lo
especial” a nivel personal cuando es la primera vez en algo, cuando te falta
alguien, cuando “a toro pasao” a ocurrido algo que no esperabas.
También
las Semana Santas pueden ser especiales cuando celebras un aniversario. Este
año tenemos los 75 años de las imágenes titulares de la Columna o la Dolorosa,
o los 25 años el paso a costal de la Virgen del Dulce Nombre en la Humildad. Y
seguirá siendo especial para la cofradía de Jesús abrazado a la Cruz y la
Verónica, que volverá a estrenar figuras en su paso. Para todas ellas, y la que
estrenen otro tipo de complementos procesionales será una Semana Santa
especial, como para todos los que las podamos vivir.
Recibiendo
a la Entrada con ramos y palmas, que si no las llevas te las facilitan en la
plaza de San Cayetano, para acompañarla, por segundo año consecutivo por las
estrechas calles de la Seo para, en la plaza escuchar la predicación y pasadas
las 15,30 horas despedir una entrada triunfal en Jerusalén al son conjunto de
sus carracas y tambores en una ”calandina” llevada al extremo en sonoridad,
velocidad y emoción perfectamente ejecutada. Una suerte pertenecer a la
cofradía de la Entrada; todo aquello que se haga con respeto, pega, encaja en
una día alegre y brillante con una mañana como la de hoy.
También con normalidad, con mucha más que la del año pasado tras lo que se sufrió en el pregón de 2023, ha discurrido la procesión de la Crucifixión, que hace especial el Domingo de Ramos en el barrio de Torrero y en sus franciscanas parroquias, aunque con salida en la iglesia castrense de San Fernando. Y allí procesionó la Virgen de los Ángeles estrenando un nuevo terno bordado en Sevilla
Y es lo normal, pero tan especial como la que más es la procesión de la Coronación de Espinas en viacrucis con su Cristo Coronado de Espinas por el barrio de San Gregorio y su paso por el recinto del Hospital Royo Villanova. Nunca dejará de ser especial el rezo de esas dos estaciones en la puerta y la ofrendad flores dedicada a enfermos y personal sanitario. Como dicen desde la cofradía; una manera de acercar la Semana Santa a quien no puede hacerlo por enfermedad o trabajo.
Y que decir de lo especial que tiene la Estación de Penitencia de la Cofradía de Jesús de la Humildad, tan única, tan distinta a cualquier otra de las que acompañamos hoy y estos días. Y si el año pasado estrenaba túnica Cristo, este año le toca a la Virgen hacerlo con una espectacular saya en tono rosa y unos complementos dorados y en relieve. Y un nuevo banderín con motivo del patronazgo de estas advocaciones de los donantes de órganos de Aragón. Túnica, saya, banderín, todo bajo diseño de Víctor Carazo, el artista de moda de estos años, y las manos del grupo de costura de la Hermandad. Tiene mérito y hay que reconocerlo.
La
primera “levantá” dedicada al 110 aniversario de la Banda de Ejea, la protagonizada
por Emilio Sánchez, “la petalá” a mitad de calle Doctor Palomar, el recibimiento
en San Nicolás, el cirio de “Lágrimas de Vida”, el elegante exorno floral, el
recibimiento del Arzobispo y la alcaldesa en la plaza de la Seo, la última “chicotá”
con los costaleros del Dulce Nombre entonando “Encarnación coronada”… todo es tan
especial.
Pero
volvamos a la Seo, en esa hora mágica pasadas las 20,30 horas. Como decimos
todos los años, en un reducido espacio se unen formas tan distintas de formular
una procesión; la del bullicio que acompaña a la Humildad con sus bandas y “costalerías”
que contagian de fervor y entusiasmo al público asistente, al estruendo de los
tambres que llegan con la Humillación avanzando por la plaza del Pilar, y la
sobriedad del Ecce Homo que invita al recogimiento y silencio al toque de sus
matracas.
La
Humillación tendrá su año especial cuando incorpore a su enorme paso una serie
de figuras que compondrán la sentencia de Pilatos. En algún sitio se ha leído que
la escena incorporará a Barrabás. Ojala, es de los escasos personajes que faltan
en nuestro evangelio público.
¿Seguimos
con cosas especiales?. Lo ha sido la saeta que ha recibido Jesús de la
Humillación a su paso por la calle Fuenclara desde el balcón de la Casa de la
Marimorena cargo de Fran Ropero. Y también lo ha sido el rezo de las catorce
estaciones con el texto inspirador del entonces Cardenal Ratzinger para el Viacrucis
den el Coliseo Romano el Viernes Santo de 2005.
Pero
el Ecce Homo nos lleva al puente de Piedra, acompañados por su homóloga
soriana, que devuelven la visita hecha por la zaragozana a la procesión de las
palmas de la ciudad castellana. Que mejor escenografía para una procesión
zaragozana, cruzando el Ebro, con el Pilar de fondo camino de Altabás.
Toda
procesión en San Pablo tiene un poso especial, como lo es el tradicional
viacrucis del Silencio y “las Esclavas”. De las saetas escuchadas en la
Humildad y la Humillación, nos vamos a las jotas con las que es recibido Nuestro
Padre Jesús de la Agonía, que tras la restauración de 2023 sabemos que no es
obra de Jerónimo Nogueras. Nos da igual… ni la devoción ni el apego por la
talla será cambiado.
Acompañar a Jesús Nazareno supone hacerlo a una procesión con más de 250 años de antigüedad en la tarde del Domingo de Ramos. El Nazareno lucía una antigua corona de madera, en conmemoración de los 80 años en la parroquia de San Miguel, y en este 2024 con tal presencia de cofrades, que hace pensar a la Esclavitud si es la procesión con mayor presencia en su larga historia. Las voces joteras de María Pilar Visiedo y Miguel José Serrano también pusieron la nota de emoción aragonesa.
Y
se acerca el Prendimiento rezando los Siete Dolores en larga procesión desde el
colegio Pompiliano. Enorme la participación de la cofradía escolapia,
acompañando al paso de la Dolorosa y a la peana del Cristo de Daroca.
Al
año que viene, esta procesión de “El Dolor de la Madre de Dios” cumplirá 15
años. Surge en 2011 cuando el paso de la
Virgen recupera el palio que le imposibilita la salida del colegio Calasancio,
que es donde iniciaban la procesión del Jueves Santo. Por esto surge esta nueva
procesión, al que le dan el sentido del rezo de los Dolores y seguir
manteniendo vinculación con los colegios escolapios.
Siendo
un largo y a veces poco amable recorrido, han sabido encontrar momentos
especiales y de gran significado para la lectura de los Dolores. Así el IV,
María encuentra a su Hijo camino del Calvario, se realiza en Santa engracia con
la presencia de la cofradía de Jesús Camino del Calvario. El V Dolor, Jesús
muere en la Cruz, es en San Gil con la presencia del guion y de la peana de las
Siete Palabras. Y el VII, sepultura, que mejor lugar que al termino de la
procesión en San Cayetano, con una oración ante el Cristo de la Cama.
Un
domingo de Ramos de lo más normal… de lo más especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.