Situado en el cabo de Ajo, el
punto más septentrional de la costa de Cantabria, este faro se construyó en
1930 por el empeño del municipio tras tres naufragios consecutivos en los
arrecifes del cabo, sobre un abrupto acantilado.
Desde el año 2020 la intervención
del artista urbano cántabro “Okuda”, atrae
a numerosos curiosos, como nosotros, para conocerlo y fotografiarlo. Tres jornadas de trabajo, y el uso de más de
100 colores necesitó el artista en esta controvertida obra, que permanecerá
como máximo 8 años, para volver a ser blanco.
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