Teníamos ganas de volver a escribir estas cartas. Y nos alegra comenzar a hacerlo por un cartel que nos encanta por lo que transmite, por lo que representa y, por que no decirlo, sin ambages, porque es bonito. De los más bonitos de la colección.
La Semana Santa zaragozana ya
tiene su cartel para 2023, y como dictan los muchos protocolos por los que se
rige la Junta Coordinadora de Cofradías, correspondía que el motivo
protagonista hiciera referencia a la Congregación de Esclavas al ser la cofradía
organizadora del Pregón.
No debe de ser fácil elegir un
cartel. Y aunque en Zaragoza, donde nunca son rompedores ni hay que explicar
que representa, siempre crean su debate y sus pequeñas controversias sobre que
le falta o que le sobra. Para los que más críticos generalmente faltaba
devoción y sobraban tambores. No será el caso de este año. Para estos, la
Congregación se lo ponía fácil, pues derrocha devoción y los tambores no forman
parte de su idiosincrasia
A la larga el cartel de la Semana
Santa no es un anuncio publicitario, por mucho que lo promocionen desde turismo.
Quien lo espera, más lo aprecia, más lo mira, lo busca… va a ser el cofrade que
alegra su mirada cada vez que se lo encuentre por calles y escaparates.
En 2000 la Dolorosa de las
Esclavas también fue la única protagonista del cartel. Entonces no existían
redes sociales. Su aparición era toda una sorpresa esperada en esos escaparates
del casco histórico, sin generar ningún tipo de debate salvo el me gusta o no
me gusta que normalmente se quedaba en el pensamiento de cada cual. Y nos han
gustado casi todos.
La fotografía de José Flores es
preciosa, enmarcada en la puerta de San Pablo y con una potente carga de sentimiento y simbolismo, en
esa cara doliente y esas manos que cobran vida entre el pecho de la Madre y las espinas, símbolo de Pasión.
Zaragoza es una ciudad mariana y,
como diría el admirado Bernardino Lumbreras, los cristianos hemos honrado a
María con una diversidad extraordinaria de títulos, que pretenden reflejar la riqueza
de su personalidad. Una devoción y título importante es el de Virgen de los
Dolores para la cual la Semana Santa española ha sabido generar una iconografía
singular. Pero la imagen de la Virgen
desvinculada del Calvario debe de ser motivo de celebración jubilosa, porque no
busca tanto la representación del dolor como el simbolismo que la convierte en
coprotagonista de la pasión. Los dolores de la Virgen, desde el viaje para su
nacimiento en Belén hasta su viaje a la cima del Calvario, son signos de que su
enseñanza está más allá del tiempo, que permanece en nosotros; por ella es
María Dolorosa, la que mira y ve. Y por eso el cartel nos anima a acompañarla.
Lo que habrá que corregir es la autoría de la imagen aparecida en los medios de comunicación estos días , porque o es de Carlos Palao o es de 1867. Incluso se ha dicho que “Cuando Carlos Palao la gubió en 1867 no pudo imaginarse que la Virgen de la Soledad, que portan en el silencio roto por las campanas que llevan sus hermanas Las Esclavas, iba a ser la protagonista del cartel anunciador de la Semana Santa de Zaragoza 2023.” Efectivamente no podía imaginarse eso, ni que le iban a dar la autoría de una imagen cuando solamente contaba diez años de edad. La Virgen de la Congregación de Esclavas no es de Carlos Palao ni de una posible escuela que desde luego no conformó alguien nacido en 1857. Haya que leer a Wifredo Rincón, que de esto es quién más sabe.
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