domingo, 15 de diciembre de 2019

HISTORIAS DESDE EL BELÉN: Los pastores


Si bien nuestro patronímico  recoge el oficio, hasta donde se remonta el conocimiento de nuestros ancestros no encontramos ningún "pastor". Pepe lo fue en su niñez. Más de una vez te he hablado de él. La verdad, ha sido y ha hecho tantas cosas que ni en cuatro vidas llegaremos a hacer lo que él en una. Ha hecho tantas que no queda claro donde nació. El dice que nació en Dolores. Ya se que vas a decir que todos hemos nacido entre dolores, o "después de los dolores" que decía Chiquito, pero es lo que tiene esa localidad alicantina al lado de Orihuela, ahí donde nació Miguel Hernández, que también fue pastor. A Pepe no le conocemos vena poética, pero dale tiempo. ¿O acaso no es poético recorrerse la Celtiberia profunda porque le han dicho que uno dice que conoce a alguien que se encontró un boletus.? En busca de la seta perdida, como el buen pastor de la parábola.

De hecho, este verano actuó como el buen pastor. Nos encaminábamos hacia la Hoz de Orillares y apareció un corderillo digno de ser el de Norit. Al vernos se acercó balando hacia nosotros. No viendo ningún rebaño, más allá del que habíamos visto un par de kilómetros atrás en un corral, temiendo que el cordero perdido fuera pasto de los buitres que sobrevolaban las peñas de la mencionada hoz, e interpretando que el corderillo nos estaba pidiendo ayuda, Pepe lo acogió entre sus brazos para retornar al pueblo.

Al divisar en la lejanía al pastor del corral le grita que hemos encontrado un cordero. El pastor responde: Ah.
- ¿Donde se lo dejo? - Le pregunta Pepe.
- No se, -replica el pastor-. No es mío.
- ¿No sabrá de quien es? - le replicamos, 
- No.- Continúa el lugareño.
- Es que temíamos que se lo comieran los buitres
- Pues a lo mejor.
Por eso lo hemos traido
- Ah.
El pastor, cansado de la intensa y larga conversación que estaba manteniendo con nosotros se dió la vuelta y entró en el corral. Y nosotros, cansados de llevar al cordero en brazos, lo depositamos al otro lado de la cerca regalandole el cordero y retomamos nuestro camino.

El caso es que siempre que yendo con Pepe nos cruzamos con un pastor, las conversaciones tienen los mismos derroteros. El le suele preguntar ¿Cuantas ovejas tiene?, ¿Unas seiscientas?. Y el pastor a veces responde, "puede", otras "más o menos", o incluso "no se", a lo que Pepe asiente (según la cifra que haya dicho), si, unas seiscientas, unas seiscientas......

En nuestro belén hay siete pastores, pero los que enmarcan esta historieta son los más queridos, pues llevan recreándonos la Navidad desde 1996, siendo los primeros personajes que poblaron el belén después de la Sagrada Familia y los Reyes Magos.

Hasta el próximo pastor.


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