Decían que "hay tierra al este donde se trabaja y paga" (Labordeta), pero que tranquilo se vive aquí, sin pretender ser la mejor ciudad el mundo ni querer ser distinta a nadie. Si ya tuviera mar ni te cuento. Por eso cantaba Carbonell aquello de "me gustaría darte el mar".
Tampoco tenemos los mejores políticos, y sus escaños apenas valen nada a nivel nacional, pero al menos no se empeñan en complicar la vida de los ciudadanos ni jugar con sus sentimientos. Que cansino y agotador debe de ser no querer un futuro común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.