Íbamos camino de Santervas del Burgo, pero nos paramos en Fuentearmengil y hacer una fotografía para nuestra colección de picotas y rollos. el que más nos gusta es el de Hontoria del Pinar, coronado por un capitel romano puesto del revés, pero el sencillo de Fuentearmengil tiene su encanto al conservar las cadenas.
Que un pueblo tenga una picota no es sino un privilegio adquirido durante la edad media a las villas por los reyes castellanos, por eso encontramos tantos. En la necesidad de
conceder privilegios a villas y monasterios también otorgaban la de castigar determinados delitos que hubieran sido cometidos en sus dominios. Así surgen las picotas colocadas en la plaza o a la entrada
del pueblo para escarnio o ejecución de los reos, así como para servir de
advertencia a los forasteros. Consulta este artículo https://www.glosarioarquitectonico.com/2017/02/04/picota-y-rollo-solo-parecidos/
Este artículo de arte nos cuenta también que cuando las Cortes de Cádiz
decretaron su abolición y derribo muchos se transformaron en ornamentos o cruceros.
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