Nos habían acostumbrado a vivir un "cuaresmeo" que era un no parar. No podemos decirlo del de este año. Las propuestas prácticamente se han limitado a las ofrecidas por las cofradías, aunque, por lo menos promocionan hasta ensayos con carteles "virtuales", de los que se transmiten por las redes y así parece que por haber cosas que no quede.
Pero fieles a su cita no nos ha fallado ni la convocatoria del Sanedrín ni el Galardón Tercerol. Dos actos muy distintos en sus formas, convocatorias y desarrollo pero que comparten fecha, y que por casualidad hoy han rendido homenaje a quienes aportaron carácter y esencia a las cofradías de nuestra Semana Santa.
Ya ves Jesús, cuando toca, hablo del Sanedrín. Acertado el premio en su XI edición a la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro. Fue el modelo a seguir por las que vinieron detrás cuando inició su andadura allá por 1937. Pero lo más alucinante de esta cofradía es que se hicieron con un día, un horario y un recorrido y en ochenta años apenas han cambiado algo. Ni nadie se lo ha discutido, aunque en algún momento se los han disputado y hasta retado. El espacio lo tienen totalmente conquistado. El único caso entre sus iguales. ¿Tiene merito?. Pues si. No han necesitado reformular prácticamente nada (en un momento determinado aparecieron los timbales, luego los tambores y poco más) para conservar su esencia, que es lo que la gente le valora y la hace ser conocida incluso entre la ciudadanía que nada tiene que ver con las procesiones. Ya sabes esa leyenda "la Piedad está en la calle....aunque no llueva". Tras el premio y la comida vino la tertulia; "calentita "como se espera de ella. Y como siempre enriquecedora y motivadora. Aunque lo de museo..... va a seguir dando que hablar, que escribir y excusa de confrontaciones políticas (cuando con esto no tiene nada que ver. Ciertas fuerzas políticas aún no se han enterado que entre los cofrades hay de todo, hasta ateos por la gracia de Dios, que diría Buñuel, ¿o fue Woody Allen?. Leeré el libro del Doctor Sánchez por si lo cita). El cartel que concitaba al acto precioso.
Las últimas luces de la tarde nos condujeron hasta San Cayetano. La Asociación para el Estudio de la Semana Santa nos convocaba, en el año de su veinticinco aniversario, a la entrega de su Galardón Tercerol que alcanza su XXIII edición en el día que recayó en las manos de la turolense Ruta del Tambor y el Bombo. Merecido el reconocimiento en el año que han conseguido, junto a otras "tamboradas" nacionales, ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Zaragoza les debe a sus tambores mucho; todo. Este año 50 años de bombos en Zaragoza. Pero el merito que tiene que desde la "España Vaciada", la que se ha hecho oír por todo el país esta semana, sean capaces de hundir sus tradiciones en lo más profundo de la antropología para , romper la hora, hacer temblar el suelo y rememorar la muerte y resurrección de Cristo, es para darles este premio y todos los que se puedan otorgar. Y en San Cayetano se han hecho oír como solo ellos saben.
Hazte con una revista de la Junta Coordinadora. El artículo escrito por Juan Carlos Peralta sobre el Galardón Tercerol merece la pena, para conocerlo mejor y otorgarle la impronta adquirida a lo largo de estos años. Un humilde reconocimiento lo llama Juan Carlos, que ha "sido ennoblecido, de tal forma que no podíamos imaginar", gracias a la aceptación de la concesión "que mostraron todas las prestigiosas personas y entidades que lo han recibido". Peralta, uno de los fundadores de la Asociación lo borda en el artículo. Ricardo, Mucho más acertado el artículo que aquella primera carta dedicada al Galardón allá por el 2010 ¿verdad>?.
El Galardón Tercerol va unida a la música, y este año, en su edición XIII del Concierto de Música de Semana Santa, como no podía ser de otra forma, los protagonistas fueron los representantes de la Ruta. Por Dios, que maneras de redoblar, ese deslizar de la baqueta hacia delante sobre el parche.... , ese solo del representante de Alcañiz.... uffff. En Zaragoza hay excelentes tambores, pero la imagen estética, la estampa que ofrece un buen tambor del Bajo Aragón es especial. Y como este año aun no he escrito ninguna carta sobre "Esos de los tambores" que titula Javier Clemente Arellano en el último artículo de la Revista "Semana Santa en Zaragoza", creo que, si me lo permites, me apetece escribir dos más.
Gracias al Sanedrín. Gracias a la Asociación para el Estudio de la Semana Santa. Seguís teniendo ganas, ideas e iniciativas para convocar al personal y con unos recursos humanos de lo más limitados.
Para terminar. De momento, para entrar en San Cayetano, no ha hecho falta identificarse ni oír que te digan como a Dani Martín eso de "si no estas en lista no puedes pasar, abarrotado, solo entran cuatro, aforo limitado y ahora te toca esperar".
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