No solo la Mezquita es Patrimonio
de la Humanidad. También son sus conocidos Patios Cordobeses, es más, desde 1921
el Ayuntamiento de Córdoba organiza durante la primera quincena de mayo un concurso
de patios, en donde estos se engalanan para conseguir el prestigioso galardón.
Es el clima de Córdoba el que,
desde tiempo de los romanos, facilitó habilitar la vivienda en torno a patios, y los
musulmanes readaptaron este esquema dando entrada a la vivienda desde la calle
a través de un zaguán y colocando vegetación abundante para aumentar la
sensación de frescor.
Hay una web dedicada a los patios
donde te cuentan que existen de dos tipos: el de la casa familiar y el de casa
de vecinos, hoy en día menos populares, desde donde se accede a las viviendas.
El barrio más característico es
el del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, aunque
también los encontramos por el barrio de Santa Marina, alrededor de San Lorenzo
y la Magdalena. En el entorno de la Mezquita-Catedral, el barrio de la judería
presenta también ejemplos de gran belleza y antigüedad. El exponente más bello
lo encontramos en el Palacio de Viana, que ofrece doce patios diferentes como
ya te comenté en una anterior postal.
Un patio de concurso se distingue
por engalanarse con una multitud de flores plantadas en arriates y macetas, que
se cuelgan en las paredes o se colocan sobre el típico pavimento cordobés. Junto a ellas los pozos o las fuentes embellecen el recinto,
conformándose una hermosa imagen en la que se fusionan agua, luz y vegetación,
un claro reflejo del pasado árabe de la ciudad. Para culminar la ornamentación,
los propietarios suelen incluir también muebles antiguos, enseres de cocina de
hierro, fustes, capiteles u otros restos arqueológicos.
No estuvimos en mayo, pero la
muestra que ofrecemos de abril ya ves que dan buena cuenta de su fama.
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