Amigo Javier. Me preguntabas ayer en el primer programa de
radio Pasión en Zaragoza que que pasaba con “las entrecomilladas” este año. Ya
te dije, que no encontraba temas de los que hablar sin que sonara a más de lo
mismo. Y eso que a mí me gusta que las cosas suenen a lo mismo de siempre.
Tal
vez ha llegado tan pronto la Cuaresma que nos ha pillado con el pie cambiado, y
eso en una peana o marcando el paso en la lenta provoca un efecto muy feo. Aún
así ya hemos tenido tres exposiciones (“Ellas” en la Casa de la Mujer, “188
horas” en San Cayetano 3, y la del 25 aniversario de la Humillación), la
presentación de un catálogo, ensayos, ponencias sobre pasos, dos programa de
radio, donaciones de sangre, Miércoles de Ceniza, quinario….……… y en puertas de un fin de semana del que dicen
es el patrono de los enamorados, cargado de actos de los que nos enamoran:
charlas cuaresmales del Calvario, Pregón de la Juventud, actos solidarios,
ensayos o la presentación del cartel de Dominum Nostrum…… (ves Javier…. Esta carta
podría ser del año pasado, o del anterior, o del anterior….)
Pero ya que hablamos de carteles, son estos los que me ha
empujado a escribirte. Leí hace días a Antonio Burgos, el periodista famoso
defensor de las costumbres andaluzas, criticar la moda de los carteles laicos
de Semana Santa, algo que aquí, de momento, no ha llegado. No ha llegado pero
el de Navidad era una invitación a vivir la cultura. Y Dios nos coja confesados
cuando el cartel de no dependa de la Junta Coordinadora.
El cartel de la Semana Santa zaragozana, en las últimas
décadas, siempre ha sido una fotografía, la de este año vuelve a ser de Jorge
Sesé, como dirían en los medios radiofónicos, fotógrafo de cabecera de la Junta
Coordinadora. Y el motivo protagonista se elige en torno a la cofradía
responsable de la organización del Pregón. Esto hace que por primera vez en esta
ocasión visualicemos y concedamos espacio a joven Hermandad de Cristo Despojado
de sus Vestiduras en una estupenda instantánea donde no solo destaca el hábito
granate y el blanco tercerol sino también la luminosidad de las naves de San
Juan de los Panetes, algo solo posible con el dominio técnico.
Su presentación al público, y más desde la aparición de las
llamadas redes sociales, siempre ha generado comentarios. Como en casi todo
evidentemente se oye más a los críticos (que no siempre tienen por qué ser
criticones). Que si la Semana Santa no son solo tambores, que no aparece
ninguna imagen religiosa, que si los chinos, que si se podría arriesgar un poco
más y para quee no pareciera un cartel de Información y Turismo de tiempos de
Fraga con los que los funcionarios decoran sus espacios de trabajo…….
El Bajo Aragón que es un referente que ha marcado el devenir
de nuestra Semana Santa tiene una estupenda colección de cartelería de la Ruta
ya desde los años 70. Como en otras zonas de la geografía española adquiere un estilo propio que definiria una manera de hacer el cartel de Semana Santa. Con el paso de los años unos van adquiriendo poso de gran
obra mientras que otros no. Pero todos son reflejos del momento en que se
hicieron. Pasa como con los carteles de las Fiestas del Pilar. Goya solo pintó
una cúpula y una bóveda en la Basílica porque no gustó en su momento.
Mejor
sigamos teniendo estupendas fotos, visto lo visto en otros sitios según apuntaba Antonio Burgos (aunque es cierto que en e de Cartagena si que se adivinan nazarenos dentro de una manzana-corazón), de otra
forma aún daría más tema de conversación, especialmente si el promotor fuera el
Ayuntamiento, que curiosamente sigue pagando su edición y distribución, siendo
el único cartel de una festividad zaragozana que no elabora y al que no pone
condiciones. Ni siquiera en su momento con la imagen del tranvía (si podéis
mirar carteles de cuando se inauguró la línea, en todas salía, fuera San
Valero, Carnaval, Fiestas de Primavera, festivales del Ebro o el Pilar).
Bienvenidos los carteles, incluso aunque se critiquen. Señal que se ven, importa e interesan. Y bienvenidos también en los últimos años las estupendas colecciones de la Piedad, el Descendimiento o la Humildad. Mañana otro cartel, el del Dominum Nostrum. Yo iré a por el mío.
Bienvenidos los carteles, incluso aunque se critiquen. Señal que se ven, importa e interesan. Y bienvenidos también en los últimos años las estupendas colecciones de la Piedad, el Descendimiento o la Humildad. Mañana otro cartel, el del Dominum Nostrum. Yo iré a por el mío.
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