Foto Kiko Gracia. Miércoles Santo 2013 |
Pues no. Desgraciadamente es un número que no marca interesantes momentos como podían ser los anteriores. Al contrario. Ese número ya esta siendo la pesadilla de muchos jefes de procesión, cetros de secciónes y un molesto pensamiento para muchos cofrades.
La misma semana que desayunábamos con la noticia de la declaración de Fiesta de carácter Internacional para la Semana Santa de Zaragoza, se va extendiendo la noticia que por razones de seguridad no puede haber en San Cayetano más de 130 personas a la vez durante las preparación e inicio de las procesiones, y que los pasos no pueden recrearse en sus salidas ni quedarse parados entre las jambas de la puerta. Ordenes de la Diputación Provincial de Zaragoza. Y donde hay patrón no manda marinero. Suena contradictorio. Y si fuera un malpensado hasta a invitación a irte. Pero no lo soy. O sí. Yo que se.
Organizar la salida de una procesión debe de ser considerado acto de altísimo riesgo por protección civil. Imagino que a la altura de macrofiestas y eventos similares. Y es que, como para fiarse de unos cofrades con hábito (además de que hay que remangarselo para correr y hacer otras cosas) y en formación. Si no no se entiende que la restricción solo sea para las procesines. Bodorrios de 500 invitados, sin problema. Conciertos organizados por la DPZ..... tampoco (si es que alguno llega a los 130), otros eventos de similares características..... tampoco (y espero que, por mis amigos del Dominum, los que si que llenan San Cayetano hasta la bandera, así siga siendo). Y lo que es más curioso, y menos mal. Culto al Cristo de la Cama durante Jueves Santo y Viernes Santo... tampoco. Dicen que porque las puertas están abiertas. Abiertisimas... y con una mesa petitoria en medio.
Las procesiones saldrán igual a la calle. Las gallinas que salen por las que entran poer la calle del Olmo. Y desde la calle no se notará si dentro había o no 130 cofrades de vez (y conociendo como es esa iglesia, cofrades, lo que se dice cofrades de la procesión a la vez serán muchos menos. Para empezar el que tenga que contar que hay 130 ya te quita un puesto, y como se traerá ayudante dos, y además vendrá acompañado de un amigo para ver la procesión desde dentro ya son tres, sino cuatro o cinco. Mariano y sus acólitos 7 u 8, los de la Sangre de Cristo que tengan que estar..... y alguno más...... vamos, que menos mal que uno no es de la Columna y sus 600 que si no. O las mismas hachas de la Piedad........
Lo que ya no será igual serán esos momentos previos a una procesión. Esos momentos de reencuentro, de vernos todos juntos, de vernos las caras antes de cubrirlas con el tercerol, o con tu capirote. Nervios organizando una formación. Silencio previo antes de salir. Oración ante el paso. Abajo terceroles. Buscas a los tuyos con la mirada. Últimos apretones de manos enguantadas. Se abren las puertas. Sale el guión. Comienza la procesión.
¿Y si llueve? ¿No hay solución?
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