No me gustan las gaviotas. Ni siquiera cuando son un logo. Como tampoco me gustan las palomas. No entiendo como son ejemplo de libertad y de paz. Aunque las pinte Sorolla o Picasso. El que escribió la Biblia podía haber elegido otro pájaro para traerle a Noé la rama de olivo.
Y ahí las tenemos; vigilando la playa, oteando que se coloca bajo las sombrillas, o lo que hay dentro de los capazos para que, al menor descuido del propietario, darse un festín. Acuérdate del perro salchicha que cantaba Rosa León:
“Perro Salchicha, con calma chicha
Toma solcito a la orilla del mar
Tiene sombrero de marinero
Y en vez de traje se puso collar
Una gaviota, medio marmota
Bizca y con cara de preocupación
Viene planeando, mira buscando
El desayuno para su pichón
Pronto aterriza porque divisa
Un bicho gordo como un salchichón
Dice: "qué rico", y abriendo el pico
Pesca al perrito como un camarón”
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