Ya lo dice la portada del AS. "En la gloria", así nos encontramos mañana tras mañana durante el veraneo. Y si la portada, en vez de contarnos un rebuscado titular sobre el Real Madrid, no ilustra con alegrías para todo aquel que se quiera alegrar, aún nos sienta mejor el café con leche y el pincho de tortilla.
En el tour vamos de recital a recital de Pogacar; Alcaraz vuelve a ganar a Djokovic en Wimbledon, y la selección española de futbol, ayyy.... la selección, ha ganado la Eurocopa. Quien nos lo iba a decir. Desde luego, los medios de comunicación no; no es que no dieran un duro por esta selección, es que no crearon ni un ápice de ilusión los días previos a la competición.
Es más, un comunicador llegó a decir que la Eurocopa llegaba después de que el Madrid ganara la Copa de Europa y que nos pillaba saturados de triunfos y emociones. Como si todos fuéramos del Madrid. Luego todos se han subido al carro, poco a poco eso si, además de que dos madridistas eran titulares (prácticamente el 66% de los que pueden ser internacionales del Real Madrid, o sea, dos de tres), pues tampoco era para hacer mucha sangre . Al carro de un equipo que ha ganado todos los partidos y a todos los campeones del mundo europeos.
Se elimina a Alemania en su Eurocopa. Gran partido que, como uno solo es del Zaragoza, al empatarnos en el descuento ya vió el partido por perdido. Se nos adelanta la Francia de Mbape y le damos la vuelta al partico. Y en la final, cuando ya íbamos encaminados a la prórroga, nos sobreponemos al empate de Inglaterra. España campeona de Europa por cuarta vez.
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