En la esquina de una de las más
bulliciosas y céntricas calles de la ciudad, entre el trajín diario y las
apuradas prisas de los transeúntes, se encuentra la pequeña tienda de electrodomésticos.
Un rincón pintoresco, con su escaparate repleto de pequeños utensilios de todo
tipo, que desafía las modas y a las grandes cadenas. Un escaparate “invicto”
que brilla con la luz tenue de lámparas antiguas
El espacio era reducido, pero
rebosa de ingenio y soluciones para el hogar. Desde diminutos robots
aspiradores, hasta cafeteras deseosas de transmitir el aroma del café recién
molido. Transistores a pilas de todo tipo y tamaño y otros tesoros de
comodidades en versión compacta. Tostadoras, batidoras, planchas, relojes…. La
tecnología vestida con el encanto de lo familiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.