La actual fábrica es, en su
mayoría del siglo XV, catalogada como del gótico burgalés, aunque ya sea citada
desde el siglo XIII. Está dividida en tres naves de tres tramos cada una.
Cubiertas con bóvedas de crucería simple las naves laterales y cuatripartitas
con terceletes la central.
Llama la atención un gran arco
escarzano entre los dos primeros pilares de la nave central, al que se le
conoce como el Arco de los Querubines, construido a finales del siglo XVI para
contrarrestar los empujes de las naves laterales. El arco dificulta la
contemplación del retablo mayor, sin duda, el elemento más destacado de la
iglesia; una de las maravillas del gótico tardío español.
Frente a la mayoría de retablos
de madera, este está elaborado en piedra caliza de Hontoria de la Cantera.
Misma piedra usada para la construcción de la Catedral de Burgos. Por otro
lado, su original composición y tipología de retablo-sepulcro, responde a una
concepción claramente gótica, pero se atisban elementos renacentistas en la
escultura al ser realizado a principios del siglo XVI.
Está dedicado a San Nicolás de
Bari, con una gran escultura rodeada de ocho escenas de la vida y milagros del
que fue obispo de Mira. En cuanto cuerpo superior, centra la composición una
Coronación de la Virgen. Está rodeada por nueve coros angélicos. Nada más y
nada menos que 162 ángeles conforman la espectacular rueda angélica.
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