La Piazza delle Erbe ya era en época romana el centro de la vida política y económica de Verona. Y así se ha mantenido hasta la actualidad, dejándonos todas las épocas su huella en monumentos y edificios que la rodean; desde la estatua conocida como "Madonna Veronese" fechada en el año 380 o “la Tribuna” del siglo XIII, a la Casa Mazzanti y sus frescos renacentistas y el barroco Palazzo Maffei.
Y por supuesto la Torre dei
Lambert, con sus 84 metros de alto la torre más alta de Verona, que como leemos
ahí donde nos ilustramos, y de esta ciudad hay mucho que leer para ilustrarse, ha cambiado mucho su aspecto a lo largo de los
siglos, pero ahí se alza desde el siglo XII.
Y si al arte o a la historia le
sumamos el aliciente diario del colorido mercado, la plaza resulta el lugar ideal
para tomarle el pulso a Verona. Los escalones de la tribuna son un buen
sitio para refrescarse con un vaso de frutas del mercado y disfrutar, no solo
del ambiente también de los muchos detalles que ofrecen las edificaciones y
viviendas que nos rodean entre esculturas y frescos que las decoran. Es
comprensible que en alguna encuesta se emocionaran y la eligieran como la plaza más bella del
mundo
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