El documento que presentamos se encuentra
en posesión de la Hermandad desde hace 311 años, aunque no siempre conservado
con mimo. De ahí su deterioro. Sin embargo, es uno de los más valiosos por
todas las referencias que aporta.
Fechado el 6 de octubre de 1711
es una escritura con las “Asignaciones y
cesión de la Capilla del Glorioso Patriarca San Joaquín y demás anexos otorgada
por los muy reverendos Padre Prior y Religiosos del Convento de Santo Domingo”.
En estas escrituras, el Prior
hace elogios del fervor y celo que la Cofradía presenta, asó como de los
beneficios que aportan al Convento. Es por esto que, cuando se proyecta la
reforma de la iglesia, el Prior otorga a la hermandad el derecho a elegir el
lugar donde quererla erigir:
Además se le concedió el privilegio de enterrar en la capilla a los cofrades difuntos, así como un espacio para que “pueda hacer su sacristía donde tener custodiados los ornamentos y los cálices propios de ella, y un armario que sirva de archivo para custodiar sus papeles”.
En 1815, tras el fallecimiento de don Diego Pargada, secretario de la Hermandad de desde 1794, al ir a recoger los libros y otros enseres de la Hermandad a su casa, se nos relata en un acta que aparecieron “dos escrituras comidas por los ratones por los cantos, con las Asignaciones y Cesión de la Capilla….” Así es como las vemos en la exposición
En otro legajo fechado en 1712 sabemos que la capilla terminó instalándose “en la nave de la mano derecha entrando por la puerta principal de la iglesia y está la segunda (…) y por la espalda a la llamada calle de Predicadores” para concluir diciendo el Padre Prior que
“Manifiesto que llamado,
convocado, congregado y apuntado el Capítulo de los Muy Reberendos Padres Prior
y Religiosos del Real Convento del Patriarca Santo Domingo Guzmán llamado de
Predicadores de la Ciudad de Zaragoza (…) atendiendo y considerando los
Mayordomos Cofrades y Capítulo de la Cofradía del Patriarca San Joaquín fundada
en la iglesia de nuestro Convento ha sido erigido y colocado para mayor
devoción y veneración de dicho Santo un retablo,
y dorado este, con el esplendor y magnificiencia que se demuestra, en que ha
empleado muchos caudales".
Por los libros de cuentas de la Cofradía sabemos que con fecha de 23 de febrero de 1712 “Andres Ximeno Mayordomo de la Cofradía de San Joaquín importa mil setecientos once libras a los oficiales que trabajaron en el retablo al contado…” El escultor se llamaba Pedro Escolano y el pintor Capazes.
Qué orgullo de historia de Hermandad y qué bien que gracias a este V centenario la estemos conociendo mejor
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