Lo primero que te das cuenta en las fiestas de San Juan de Alicante es que no debes decir "fallas"; lo que hay en las plazas y calles por toda la ciudad son "fogueres", aunque aún no estén ardiendo. Ni tampoco decir "falleras" sino "belleras".Por lo demás, puedes decir "plantá", "crema", "mascletá", "ninot indultá"... de todo eso hay. Junto a esto no estaría de más que los carteles explicativos de las fallas no estuvieran solo en "valencià", idioma en el que se expresa todo el mundo y el único que oyes hablar en la ciudad de Alicante (ironía)
Y a continuación percibes que son unas fiestas eminentemente callejeras; a todas las horas del día la gente está en la calle; junio, el Mediterraneo y las coordenadas de latitud ayudan. Y sin apenas programa de actos, con acudir a las máscletas, visitar las "fogueras", a los fuegos en el Postiguet y acudir a comer, merendar, cenar, recenar y beber a las barracas y a los racós, el personal tiene suficiente. Las calles se paralizan de tráfico entre racós y fogueras, hasta llegar a la nit del foc, ver quemar los monumentos e insultar a los bomberos para que te mojen con las mangueras.
Sorprende lo que llaman "la internacional". Difícil de explicar. Un desfile en el que caben todas las experiencias que uno pueda o no pueda tener de cabalgatas, desfiles, comitivas... menos pasos de Semana Santa y los Reyes Magos ahí cabe de todo: reinas de fiestas, trajes regionales, banderas de las regiones, pasacalles carnavaleros tipo Canarias pero también de Brasil, moros y cristianos, carrozas del orgullo o de cabaret, ofrenda de frutos, los baturros alicantinos de Benejúzar, bandas musicales de toda índole... Y en la calle principal tribunas engalanadas, sillas y arcos de luces. Muy berlanguiano todo.
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