CRÓNICAS ROMANAS: Santa María la Mayor

 

Uno no sabe por donde cortar a la hora de contar historias de iglesias en Roma. Y Santa María la Mayor merece su visita y su crónica. Como casi todas. Como dejar fuera de nuetro album de recuerdos a una basílica que desde hace dieciséis siglos se eleva sobre el Esquilino, una de las cuatro basílicas patriarcales de Roma y la única que mantiene su estructura paleocristiana,y con una leyenda de lo más entrañable.

En el año 358, la Virgen María se apareció en un sueño al Papa Liberio pidiendoles la construcción de una iglesia allí donde aconteciera algo extraordinario. Y en agosto la colina del Esquilino apareció cubierta de nieve. Liberio trazó el perímetro de la nueva basílica también llamada por esta razón Santa María de la Nieve.

La mayor iglesia dedicada a la Virgen María se nos presenta con una variedad de estilos arquitectónicos de lo más acertados en su conjunto, desde el paleocristiano hasta el barroco, y eso que fue reformada durante el siglo XVIII. A pesar de esto conserva el campanario, suelos y mosaicos de la Edad Medieval y algunas columnas de otros edificios de la antigua Roma.

Y ahora que se acerca la Navidad no podemos dejar pasar la visita a la Cuna Santa. Una preciosa urna de cristal y plata en forma de cuna con reliquias del pesebre del portal de Belén donde nació el Niño Jesús.