Si estuviera leyendo la obra de Juan Marsé la postal sería demasiado poética. Se acaba julio y Teresa dejará de venir por aquí a leer en las últimas horas de la tarde. Cuando el sol se oculte tras los pinos y escasee la luz para seguir leyendo, su padre le llamará desde la lancha y retornarán al embarcadero del camping donde acampan. Otros puertos, otras playas y más libros que leer le esperan en lo que queda de atardeceres de verano.
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