jueves, 17 de junio de 2021

Don Rafael Nadal Parera (II)


Tengo un amigo que escribe todos las madrugadas en facebook. Tiene mérito, no solo por la hora en la que se afana, sino por la carga de profundidad y la extensión de sus encíclicas, siempre adoctrinantes y comprometidas con sus creencias. Es un hombre de los que se mojan, militante de trincheras, con casi 5.000 seguidores. Se moja en educación, se moja en política, en la acción social, con los más vulnerables, contra las injusticias.... y todos los días recibiendo el refrendo de cientos de sus parroquianos.

Desde el primer martes de mayo él y sus acólitos están más en las trincheras que nunca: en algunos casos con cierta carga verbal algo violenta. Es lo que tiene actualmente vivir las ideologías con pasión, llevándolas por bandera a todos los lados. Sobre todo cuando desde el ala izquierda te apropias de unos valores universales y de la idea de progreso. 

Vivimos tiempos de un "despotismo progre". Un despotismo que, y eso parece entre la parroquia del facebook de mi amigo, poco menos que habría que volver al "sufragio censitario" porque la gente no sabe votar en las elecciones. En este caso no sería un censo por tus rentas, sino poco menos que exhibiendo carnet del partido que nos gusta o al menos una licenciatura por la Complutense, demostrando que tienes capacidad para saber a quien votar.

No; que no me he equivocado en el título o en la foto, que ahora aterrizo en Nadal. El caso es que mi amigo, tras ganar Nadal a Schwartzman en unos emocionantísimos "cuartos" de Roland Garros, escribió una extensa entrada alabando los valores del mallorquín, poniéndolos como ejemplo a la hora de conseguir metas, superar obstáculos, elogiando su manera de ganar, su manera de perder... En su "muro" la interacción no era como otros días, aunque nunca le faltan los que le aplauden todo, especialmente aquellos que educadamente le piden permiso para compartir.

Pero he aquí que una intervención dice "A mi este tío me cae como el culo". De entrada la palabra "tío", refiriéndose a Nadal, chirría. Pero tras leer "me cae como el culo", daban ganas de responderle como lo haría José Antonio Naranjo "Mira bonita, para hablar de Nadal te lavas la boquita antes". Pero no era cuestión de liarla, o ser acusado por el resto de la parroquia de entrar para "enfangar" (palabra muy usada entre la progresía). Además de no ser ni Naranjo ni la Vicepresidenta para decir a nadie "bonita", que hoy en día esto te mete en un lío.

El caso es que esa intervención quita el corsé al resto de participantes y se animan a poner a caldo al campeón. Mi amigo que empieza a percibir que su "oasis de buen rollito" se está convirtiendo en un gallinero comienza a excusarse diciendo que él solo estaba hablando de tenis y de la actitud ante una práctica deportiva, pero esto no calman los ánimos de los que ven en Nadal a alguien que no piensa como ellos. 

"La del tío y el culo" tiene todo el derecho del mundo a que le caiga mal quien quiera; a nosotros mismo los tic de Nadal nos pueden llegar a poner de los nervios. Pero el tenista lleva años haciendo disfrutar a millones de personas en los cinco continentes y de ella  no sabemos con quien habrá empatado. como se dice mucho ahora "respect". Yo te lo tuve, "bonita".





 

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