Foto de JM.C. |
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La comparación como recurso gramatical, cuando uno estudiaba, era el primero que te enseñaban y la más fácil de las figuras literarias en comprender y usar. Basta con utilizar el "como", aunque haya otras partículas lingüísticas, para lograr una comparación que embellezca o reafirme un texto, un discurso, una opinión.
Pero hay que saber usarla. Hay comparaciones que no hay por donde cogerlas, como sucede en muchas ocurrencias de políticos como Iglesias o Ayuso. Pues esta carta es parecida, la comparación no viene al caso; pero como en el chiste de "si adivinas que llevo en la cesta te doy un racimo", me apetece mostrar unas fotos que no he visto en ningún periódico ni noticiario. La noticia del titular de la carta si; y creo que es mejor dejar de insistir no nos tachen de egoístas e irresponsables. Además, y desde junio del 2020, ya sabemos lo que ocurre tras fechas de calendario festivo (ojala no). Tampoco seamos injustos con la DPZ, pues estos días está dejando entrar a hacer misas o grabaciones para aquellas cofradías que no han llegado a los 1.000 suscriptores en "youtube" para emitir en directo.
La noticia está en la foto. No son personas haciendo fila para entrar a misa en la parroquia del Carmen. Ni los de blanco son cofrades de Jesús abrazado a la Cruz y la Verónica organizando las filas para celebrar su fiesta y acogida a nuevos hermanos, que ya la tuvieron hace unos días. Tampoco devotos del Cristo de los Sitios o de la Virgen del Monte Carmelo. No.
Los de blanco van en bata y son sanitarios; y es que en la parroquia del Carmen si que ha cedido su iglesia al SALUD y se está citando ahí para inyectar vacunas. Lo cual me parece estupendo. La parroquia del Carmen es experta en organizar filas, como ocurre cada día con su comedor social, con pandemia y sin pandemia, la más popular y conocida de sus muchas obras sociales. Pueden organizar una fila más. Eso si, "la corte de los milagros", que suele tomar el sol sentada en las escaleras en espera de hacer la fila de la comida ha sido desalojada; y yo por cotillear he intentado entrar y una persona con bata blanca me han preguntado que donde iba; al decir que "a rezar" (mentira piadosa), me ha dicho que no se podía, que estaban vacunando.
Hace unas semanas, en esas extrañas conversaciones que mantienen Juan José Millas y Javier del Pino en "A vivir que son dos días" de la Cadena Ser, el escritor acuñaba el termino "las filas invisibles". Decía que son aquellas que han existido siempre y que te permiten saltarte la vez cuando conoces al que organiza la fila. No hablaba tanto de filas de discotecas o del mercado, sino de las de la administración pública (de todas las épocas, de todos los colores) cuando requieres un especialista, un certificado, un trámite.
Las filas del comedor de la parroquia del Carmen no son invisibles; las de utilizar su iglesia para vacunar tampoco. El "Wanda Metropolitano" se vende mejor.
Podía seguir con la comparación con otros locales de instituciones..., pero no me apetece parecer un político ni seguir enfadando conocidos. Además hoy a estos les he nombrado que escucho "A vivir que son dos días".
Pdta: Y gracias al fotógrafo "aficionado" que me ha pasado dos de las fotos.
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